Cristiano salva a la Juventus de la derrota ante el Atalanta
El portugués ingresó en el campo con 2-1 para el Atalanta y enseguida anotó el gol que puso el empate. El colegiado anuló un gol en el 92' a Bonucci por fuera de juego.
Cristiano nunca había descansado desde que ha llegado a Italia: sólo se había perdido 10 minutos de las anteriores 17 jornadas y hoy descubrimos por qué. Sin él, la Vecchia Signora casi cae en Bérgamo, donde una aguerrida Atalanta la hizo sufrir hasta que apareció el exmadridista, autor del tanto que salvó el empate.
Parecía la típica tarde plácida para los juventini, acostumbrada a ganarlo prácticamente todo en su país (16 victorias y un empate en 17 partidos). Nada más comenzar, Djimsiti empujó en propia puerta un centro de Alex Sandro y, poco después, Bentancur remató al larguero desde fuera del área. Pero era un Boxing Day, día de partidazos y sorpresas, y en un campo complicado como el Atleti Azzurri d’Italia el guión no podía ser tan banal.
Por eso (y porque está imparable) en el 24’ Duván Zapata se deshizo de Bonucci y, con un zurdazo, puso las tablas. Su gol encendió el estadio y la ‘Dea’ cogió confianza. La presión hombre a hombre de Gasperini le sacaba ideas a los bianconeri y los desquiciaba; arriba, Gómez, Ilicic y Zapata lo pasaban bien.
Tras el descanso, además, una patada a Castagne le costó a Bentancur su segunda amarilla y, en superioridad numérica, los nerazzurri se desataron. Dos minutos después, en el 56’, Emre Can se perdió a Duván, que cabeceó en la red un córner del ‘Papu’ Gómez. El colombiano está 'on fire': ha firmado ocho goles en las últimas cinco jornadas.
Ya en apuros, Allegri puso a Pjanic y, sobre todo a Cristiano. El técnico se aferró al portugués y, como casi siempre, el exmadridista no falló: un cabezazo suyo tras un córner del propio Pjanic supuso el empate y su diana número 12 en Italia. A pesar de la inferioridad numérica, los bianconeri buscaron también el 2-3 y lo encontraron con Bonucci, pero en fuera de juego: el colegiado, con la ayuda del VAR, lo anuló y el marcador no volvió a moverse. Allegri se fue al vestuario enfurecido y el Nápoles, mientras, sonríe: esta noche, si gana al Inter, la distancia entre los primeros dos de la tabla se reduciría a seis puntos.