Rabiot, entre los conflictos con el PSG y Veronique, madre y agente
El primer cortocircuito entre el jugador y el club ocurrió a finales del 2012: entonces se fue cedido al Toulouse. Su madre pide para renovar con el PSG 10M€ por dos años.
Otro capítulo se cierra en la historia del PSG con un epílogo infeliz. La abrupta salida de Adrien Rabiot, aquel producto de la cantera y en el pasado orgullo del centro de formación, partirá dejando más episodios complicados que buenos souvenirs. El futbolista dejará al campeón vigente de Francia tras diversas situaciones conflictivas que le otorgan el rótulo de caprichoso.
El primer cortocircuito entre el jugador y el club ocurrió a finales del 2012 cuando no contento con las mejoras económicas en su contrato profesional amenazó con la posibilidad de irse. Como medida de represalia, el PSG lo alejó de la plantilla para luego cederlo a préstamo al Toulouse donde Adrien ganó en notoriedad y tiempo de juego. La posición del futbolista y su entorno son rígidos y negativos para los intereses del club.
10 millones de euros por dos temporadas es lo que solicita Véronique, su madre y agente, una mujer poco flexible al momento de negociar, que en tiempo pasado solicitó garantías en cuanto a los minutos de juego que podría tener su hijo.
Rabiot no pisará más el gramado del Parque de los Príncipes como jugador del PSG en los años que vienen, tampoco conseguirá una despedida con ovación en las tribunas como la tuvieron Blaise Matuidi y Javier Pastore. Su recuerdo será amargo y la afición se ahorrará aquella sinfonía de silbidos y rechazo que solía escucharse cada vez que el speaker anunciaba su nombre o en cada contacto con el balón.
