El Espanyol que alejó a Núñez de su primer título de Liga
Se impuso el Espanyol en el derbi de 1982, que afrontaba como líder destacado un Barcelona que ya no volvería a ganar. Como ahora, se medía poco después al Tottenham.
No había espectáculo lumínico en aquel derbi, ni falta que hacía jugándose a las cinco de la tarde del último domingo de marzo. El escenario no podía ser más propicio para el Barcelona y hostil para los pericos, un Camp Nou con 125.000 espectadores. Pero el 28 de marzo de 1982, el Espanyol certificó la que hasta ahora se cuenta como la penúltima victoria en feudo azulgrana (la última fue el no menos inolvidable 'Delapeñazo', en 2009), que hoy adquiere tintes de efeméride por un doble motivo.
Por un lado, y a corte anecdótico, acogía el Barcelona aquel partido a pocos días de embarcarse en su primer enfrentamiento europeo con el Tottenham, en las semifinales de la Recopa. Casualmente, ahora también se encuentran los culés en la antesala de otro duelo ante los Spurs, la próxima semana, en la fase de grupos de la Liga de Campeones.
Pero lo que devuelve el derbi de 1982 al primer plano es que el Espanyol pinchó, con aquella emblemática victoria, el globo de un Barça que marchaba encaminado a conquistar el primer título de Liga de la era Núñez.
A cinco jornadas para el final, se presentaban como líderes destacados los azulgrana, cuatro puntos por delante del Real Madrid y cinco sobre la Real Sociedad, un mundo teniendo en cuenta que las victorias sumaban dos puntos y quedaban solo cinco partidos por jugarse.
"Los enemigos juegan contra nosotros como si les fuera la vida"
Además, el Espanyol llegaba al Camp Nou relativamente relajado, tras eludir el peligro del descenso, mientras que el Barcelona contaba por victorias sus 14 encuentros anteriores en casa. Sin embargo, José Luis Núñez recelaba ya. "Los enemigos se crecen y juegan contra nosotros como si les fuera la vida, aunque luego pierdan al partido siguiente", advertía el presidente culé.
Y llegó el partido. Seis minutos tardaría Urbano, a la salida de un córner, para avanzar a los pericos. El mismo protagonista asistiría en el 17' a John Lauridsen, que de una volea establecía el 0-2. Aunque redujo distancias Alexanko en la segunda mitad, enseguida Murúa sentenciaría tras una gran carrera de Manolo Zúñiga. Un 1-3 que, cosas de los tiempos, celebró la afición del Espanyol en Canaletes.
Se desinflaría tanto el Barça que ya no volvería a ganar y acabaría segundo. Núñez ya intuyó un motivo tras el derbi: "Parece que hay jugadores que se olvidan de que visten la camiseta del Barça pero se vuelcan con la Selección en busca de un sitio para el Mundial". A la vuelta de la esquina estaba España-82.
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