Debacle del Castilla: el Fabril le remontó un 1-3 en 14 minutos
El Castilla de Manolo Díaz se volvió a hundir. Ya le pasó con otro 1-3 hace dos semanas en Salamanca. El filial deportivista obró el milagro y dejó de ser colista.
Por segunda vez en tres jornadas se le escapa al Castilla un 1-3 y un partido amasado. El filial blanco de Manolo Díaz ni siquiera podrá escudarse en la bisoñez, porque esta vez el empate se lo arrancó otro grupo de canteranos, el Fabril, el filial del Deportivo... y colista del Grupo I de Segunda B. Esta vez ni siquiera logró amarrar el mal menor, ese empate: perdió en el 91'.
El Castilla llegaba a Abegondo en un cuádruple empate en lo alto de la clasificación, fue mejor, hizo una primera parte magnífica y aún así volvió a regalar los puntos. Manolo Díaz llegó al banquillo castillista buscando añadirle un toque sobrio al trabajo de Solari y se nota, al menos hasta que se trata de cerrar los partidos. El 0-1 de Manu Hernando (que volvió recientemente de una doble lesión) auguraba una tarde de rosas pese a que el pasto del campo deportivista estaba pesado. Los chavales de Valdebebas tocaban, triangulaban y Cristo dotaba del último punto de genialidad al ataque. Aun así, las señales de que la tarde se iba a torcer le llegaron pronto. El 1-1 del Fabril llegó en un error monumental de Luca Zidane, que no atinó a despejar en condiciones un misil de Víctor.
Podría haber el Castilla arreglado el asunto, de hecho casi lo hizo. Cristo se apuntó un golazo monumental de falta directa (su sexto tanto de este curso) al filo del descanso y Quique se marcó en propia puerta el 1-3 en el 56'. Todo viento en popa. Pero el filial blanco se achicó, como ante el Salmantino hace dos jornadas. Y el Fabril se vino arriba. Arrinconó al Castilla, Manolo Díaz volvió a dejar que a su equipo le comieran la tostada y así, en catorce minutos y con Uxío (28 años de delantero para el Fabril) mordiendo, cayeron los goles. Primero él (77'), luego May (83') y finalmente Víctor en el descuento (91') apuntalaron al Castilla en A Coruña. Otro partido en el que los castillistas fueron mejores, no supieron echarle el lazo al encuentro y se volvieron a Valdebebas con cara de circunstancias. Empieza a ser costumbre.
