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GRUPO J | LIEJA 1 - SEVILLA 0

Naufragio en Lieja

El Sevilla no logra el punto que necesitaba y se la jugará con el Krasnodar en la última jornada del Grupo J.

Actualizado a
Naufragio en Lieja

Como los malos estudiantes, el Sevilla ha dejado sus deberes para el último día y tendrá que ganar al Krasnodar para seguir vivo en la que dice ser su competición, algo que no demostró en Lieja. Los de Machín alargaron su maldición el Bélgica, donde no sólo no han ganado nunca sino que ni siquiera han marcado.

El plan del Standard estuvo claro desde el comienzo. Aburrir a Banega y al Mudo con marcajes individuales y salir como balas por la banda de Arana, por dondese olía la debilidad sevillista. Así llegaron las mejores ocasiones de los belgas, con remates fuera de Carcela y Emond. Al Sevilla le tocaba reinventarse y lo hizo por medio de un jugador al que nadie esperaba y que está en estado de gracia: Ben Yedder.

El delantero ejerció de mediocentro, retrasó su posición y se puso a hilvanar el juego sevillista desde la medular. Y así, llegó la respuesta sevillista, con un disparo arriba del propio Ben Yedder y otro al larguero del Mudo tras una contra genialmente conducida por el ex del Tolulouse. El problema es que el físico de Ben Yedder da para lo que da y el juego del Sevilla se fue diluyendo hasta que el árbitro pitó el fin de la primera parte.

El inicio de la segunda parte fue una sucesión de malas noticias para un Sevilla que pareció desconectarse. Primero se confirmó que las molestias de Aleix Vidal había sentido en la primera mitad le impedían continuar y que Sarabia tenía que reconvertirse en carrilero diestro. Después, un fallo en cadena en la que la defensa se empeñó en pedir fuera de juego, sobre todo Mercado que era quien lo rompía, en lugar de despejar la pelota, acabó con el 1-0 del Standard, obra de Djenepo. Justo castigo para un Sevilla irreconocible si se compara con el que está en las alturas de LaLiga. Y, por si fuera poco, Sarabia vio dos amarillas en cinco minutos. Un derrumbe en toda regla.

Los de Nervión acabaron con todos sus delanteros en el campo pero sin ser capaces de, ni siquiera, tirar a la portería de Ochoa en la segunda parte. Además, el marcador se quedó corto para el Standard a pesar de los regalos circenses de la zaga nervionense. Los sevillistas no han dado la talla en lo que va de Europa League fuera de casa y el naufragio en Lieja no hace más que confirmarlo.