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REAL MADRID - VALENCIA

El efecto Vinicius se difumina

Un mes después de su exhibición en Melilla, ha acumulado 61 minutos en tres partidos y no ha logrado volver a ser titular. La mejora blanca en ataque le ha puesto freno.

Madrid
Vinicius, en el banquillo durante el Real Madrid-Valencia.
Vinicius, en el banquillo durante el Real Madrid-Valencia.JESUS ALVAREZ ORIHUELA

Hace poco más de un mes, el 31 de octubre, Vinicius irrumpía en un Real Madrid en plena crisis, que estrenaba entrenador tras el cese fulminante de Lopetegui, provocado por una racha de de cuatro derrotas y un empate en cinco jornadas de Liga y apuntillado por el 5-1 del Clásico en el Camp Nou. En Melilla, Vinicius se cargó de razones para que Solari confíe más en él de lo que lo hizo su predecesor: con Lopetegui, Vinicius apenas dispuso de 12 minutos en dos partidos de Liga. El encuentro de Melilla, de ida de dieciseisavos de final, confirmó al brasileño como opción real del ataque blanco: dio una asistencia a Asensio y coleccionó regates y desbordes por la izquierda. Sólo era un buen partido ante un Segunda B, pero parecía el inicio de lo que Vinicius tenía por ofrecer al equipo blanco. Un mes después, el efecto Vinicius ha perdido mucha fuerza...

El brasileño jugó los 90 minutos de aquel partido en Melilla, pero desde entonces apenas ha participado en tres encuentros, con un total de 61 minutos: 17' ante el Valladolid, 28' ante el Viktoria Plzen y 16' contra el Eibar. Poco más de un cuarto de hora ante el Valladolid, en un partido en el que salió con 0-0 y cambió el signo del partido: anotó un gol (con mucha ayuda de un jugador del equipo pucelano) y participó en la jugada que acabaría en el penalti del 2-0. Días después, Solari le premió con media hora ante el Plzen, con el encuentro ya con un 0-4 en el marcador, y dejó una asistencia para Kroos; y en Eibar fue una de las soluciones de Solari desde el banquillo cuando el equipo ya perdía 3-0, dándole de nuevo algo más de un cuarto de hora en Ipurua sin que pudiese influir. 

Vinicius ha demostrado que, pese a su juventud (apenas 18 años), puede ser muy influyente en el marcador: sumando sus minutos con el primer equipo y con el Castilla, ha marcado cuatro goles y provocado otros cinco en 591 minutos; participa en un tanto cada 66 minutos. Sin embargo, ha perdido fuelle en la rotación ofensiva blanca: de los cuatro últimos partidos, sólo disputó uno (el de Eibar), con el Madrid ya rendido al rival. No le ha beneficiado el aumento del rendimiento en ataque del Madrid con Solari en el banquillo: desde que el argentino se hizo cargo del equipo, el Madrid ha ganado seis partidos de siete, ha marcado 19 goles y ha encajado cinco. Benzema y Bale han vuelto a ver puerta con regularidad y sólo le queda al brasileño pelear por el sitio de Asensio, que sigue atascado, aunque de momento Lucas Vázquez es el principal relevo elegido por Solari para el ataque blanco. Y el gallego le sacó ventaja de nuevo ante el Valencia; volvió a marcar, como ya hizo en Roma.

El Madrid tiene un calendario cargadísimo en lo que queda de año 2018 y Vinicius tendrá oportunidades de volver a demostrarle a Solari que merece más minutos. Empezado por la vuelta de dieciseisavos de Copa ante el Melilla en el Bernabéu, el 6-D, o el 12-D, también en casa, ante el CSKA de Moscú, en un partido sin nada en juego para el Madrid, pues ya está clasificado para octavos de Champions y como primero de grupo.