Uribe-Echevarría, última opción para presidir el Athletic
Todos los agentes políticos tratan de convencer al contador de la última junta para que dé el paso en una candidatura continuista tras las negativas de Aldazabal y Corres. También se borraron los externos Jainaga y Elizegi. Dimisiones en la gestora.
Aunque se distanció del proceso electoral desde el minuto uno, al final es la única opción para que no haya vacío poder en Ibaigane. Alberto Uribe-Echevarría, contador de la última directiva, está a un paso de convertirse en único candidato rojiblanco y, por tanto, tiene opciones de suceder a Urrutia como presidente del Athletic. Los agentes políticos (con el PNV al frente) y económicos vizcaínos intentan convencerle para que dé el paso e incluso se están recabando ya las aproximadamente 2.200 firmas pertinentes para respaldarle. La maquinaria se ha puesto en marcha. Se trata de no ofrecer una imagen inédita en la historia democrática de una entidad con 120 años de historia.
La opción de Uribe-Echevarría es ahora mismo la más factible. No se ha 'quemado' con una negativa y es bien visto por algunos compañeros de viaje que seguirían a su lado. Además, conoce las cuentas de la entidad al dedillo. Estaría al frente de una plancha continuista que no tendría que poner el aval de 19 millones de euros de cualquier otro candidato externo. De esta forma se desbloquearía esa traba y el contador de la directiva, que trata de abrir un poco el club tras años de cerrazón, no tendría problema en aunar gente externa que aporte una visión diferente.
Sucesivamente se fueron cayendo las opciones de una formación continuista con una figura externa (en este caso sí habría que poner los 19 millones de aval), luego otra con Aldazabal, el secretario, y finalmente una tercera vía con Corres, el vicepresidente. Andrinua no es opción porque tendría que ser validado por ocho años en la directiva y solo ha permanecido cuatro. Todos señalaban a Uribe-Echevarría, que permanecía en la recámara. En una comparecencia reciente de Urrutia formó a su lado dando pormenores de la situación económica y de una hucha de 76 millones para posibles ejercicios deficitarios. Nadie que llegue de fuera podría echar mano de ellos nada más sentarse en el sillón de Ibaigane. Jainaga, presidente del grupo siderúrgico Sidenor, y el cocinero Elizegi veían que en su primer año al frente podría ejecutarse parte de ese aval y se hicieron a un lado. La situación deportiva tampoco animaba a dar el paso.
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