En Málaga nadie se cree que Isco no sea ni reserva en el Madrid
El de Arroyo de la Miel es un ídolo muy querido en Málaga. La Rosaleda le aplaude siempre y él corresponde cada vez que juega aquí.
Málaga siempre ha considerado a Isco Alarcón como uno de los suyos. Desde que fue traspasado en 2013 al Madrid (operación saldada definitivamente en 28 millones de euros), el de Arroyo de la Miel ha sido recibido en loor de multitudes en todas y cada una de sus visitas a La Rosaleda. No hay que remontarse muy lejos en el tiempo. El 17 de mayo de 2017 la gente le rindió pleitesía cuando los madridistas ganaron la Liga en tierras boqueronas. O el 10 de noviembre de 2017 cuando la Selección jugó contra Costa Rica en la capital de la Costa del Sol, el “¡Isco, Isco, Isco!” fue himno de cabecera.
Especialmente emotivo fue el último Málaga-Madrid jugado el pasado 15 de abril. Un Málaga agonizante que no fue rival para los de Zidane, que ganaron por oficio. Con todo el dolor de su corazón dividido, Isco Alarcón marcó un gran gol de falta, dio el segundo a Casemiro y se llevó una atronadora ovación cuando fue sustituido por Mayoral a los 72’. Isco dio los únicos motivos para aplaudir a una afición triste y enfadada por la bochornosa campaña de su equipo que le condujo hasta Segunda División.
Durante el Mundial de Rusia, Isco fue el único nexo que enganchó a los aficionados malagueños con una España triste y dispersa. Su talento y ganas de hacerlo todo (unas veces mejor y otras no tanto) bastaban para retener a sus incondicionales ante las pantallas de sus televisores. Y es que todo lo que hace Isco es noticia. Muy pocos jugadores que salieron del Málaga pueden decir que han sido y son tan queridos como él.
Los malagueños y malaguistas están volcados con su equipo. Y también con Isco. Sus regates y jugadas geniales, como aquella mítica contra el Zenit en Champions, son recreadas en imágenes de móvil. Por eso nadie se explica que semejante talento no sea ni suplente ahora en el Madrid de Solari. En estas tierras la gente no es objetiva cuando se trata de Isco. Y muchos piensan de buena fe que el actual campeón de Europa es menos fiero si posterga a Isco.
Entre los que no se pierde ni uno de sus partidos está Abdullah Al Thani, el propietario y presidente del Málaga, que llamaba al club para preguntar: “¿Cómo está Isco? ¿Han hablado con su padre?”. Si por el jeque fuera, Isco estaría mañana mismo bajo las órdenes de Juan Ramón Muñiz...
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