Roca, Granero y Darder: el triángulo del método Rubi
El Espanyol es un equipo reconocible por su mediocampo. Atacan más por la zurda y Granero participa más que Darder en el juego.
La seña de identidad del Espanyol de Rubi, la que marca la diferencia y define su estilo de juego, es el centro del campo. David López y Mario Hermoso ya jugaban con Quique Sánchez Flores, incluso el técnico madrileño alineó en muchos partidos a tres delanteros aunque los extremos tuviesen funciones más defensivas. El sello está en mediocampo, con tres jugadores creativos como Esteban Granero, Marc Roca y Sergi Darder. Ahí radica la diferencia del conjunto blanquiazul.
Desde que arrancó el campeonato, estos jugadores han participado de titulares en diez de los 13 encuentros disputados. Cada uno de ellos desempeña un rol distinto y así se aprecia en las estadísticas. Roca es el ancla, el jugador que debe corregir los ataques rivales si superan las primeras líneas de presión, y el colaborador más fiel de la pareja de centrales. Con balón, Roca es el que más participa (56 pases por partido), el que menos falla (90% de acierto), el que más juega (1.160 minutos) y el que menos se prodiga en ataque, con una media de 0,5 pases claves por partido y 0,8 lanzamientos a portería.
Por delante, Esteban Granero y Sergi Darder comparten características, pero el funcionamiento del Espanyol premia más al madrileño que al mallorquín, acostumbrado el Espanyol a atacar por la izquierda, con Dídac Vilà, Sergio García y el propio ex jugador del Real Madrid. Es por eso que Granero, que es el que menos ha participado (787) y el primer en entrar en rotaciones (32 años), da 41 pases por partido con un acierto del 85,7% y acumula dos tantos. Su facilidad para el golpeo de faltas es otro de los puntos clave de su juego. Granero es capaz de dar 1,3 pases clave por encuentro y de rematar 1,3 veces.
El último ángulo del triángulo es Darder, más sacrificado en labores defensivas al tener que compensar el ataque perico, pero también finalizar jugadas en muchas ocasiones. Lleva 931 minutos jugados, un gol y promedia solo 34 pases por partido con un acierto del 81%. Lleva 1,1 pases clave por encuentro, pero es el que más lanza a portería, con una media de 1,9 tiros. El pasado domingo en Girona lo intentó en un lanzamiento desde fuera del área que despejó el brillante meta visitante.
No se entiende el juego de Rubi sin un mediocampo creativo, en el que Víctor Sánchez tiene sus momentos y su importancia en partidos menos controlados (su acierto en el pase es del 83,6% y ha participado en 380) y Melendo ayuda a dar descanso a los más titulares con unos números rotundos. Un 90% de acierto en el pase jugando en zonas próximas a la mediapunta, dos asistencias de gol (el domingo casi da la tercera si Bono no detiene el remate de Borja Iglesias) y una media de 1,3 pases clave por encuentro. Álex López no ha podido tener minutos.
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