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ROMA-REAL MADRID

Tres peligros y tres debilidades del Roma

Las jugadas a balón parado y la flexibilidad táctica son los puntos fuertes del cuadro romano, que, en cambio se está viendo lastrado por las lesiones.

Tres peligros y tres debilidades del Roma
TONY GENTILEREUTERS

El Roma, como el Real Madrid, vive un curso raro, complicado. Si en Champions League (debido también a un sorteo benévolo), el conjunto de Di Francesco hizo sus deberes, su camino en la Liga italiana está repleto de traspiés. En 13 jornadas, llegaron apenas cinco victorias, con cuatro derrotas y cuatro empates. Eso sí, subestimar al conjunto del técnico italiano, sobre todo en el Olímpico, puede convertirse en un error garrafal.

Tres virtudes

Champions. Cuidado cuando suena el himno de la Orejona. El Roma, desde el curso pasado, en Europa se ha convertido en una máquina imparable, capaz de hazañas en cualquier condición y ante cualquier rival. Todo el mundo recuerda la remontada ante el Barça, pero aquella noche no fue un hecho aislado: si los giallorossi llegaron a la semifinal, fue gracias a un rendimiento como local impresionante. En los últimos ocho partidos en el Olímpico sumaron un empate y siete victorias seguidas, con 20 goles marcados y apenas dos encajados. Y por ahí pasaron Atlético, Chelsea, Barcelona, Liverpool…

Balones parados. Las jugadas a balón parado se han convertido en una de las mejores armas para Di Francesco. El técnico empezó a trabajar en sus esquemas en la pasada temporada, pero en este curso está recogiendo los frutos. En la Serie A ya marcó siete goles en este tipo de situación (y otros en la Champions), ningún equipo italiano logró tantos. Dzeko es duda, pero habrá que tener cuidado con Manolas, Juan Jesus, Fazio y con la zurda de Kolarov…

Flexibilidad. De la remontada ante el Barcelona, además de la cara de Manolas al marcar su gol, en Italia se recuerda mucho la gran sorpresa que dio Di Francesco. Tras haber utilizado casi únicamente el 4-3-3, el entrenador pasó de repente a un 3-5-2 que canceló todos los planes de los azulgrana. Ayer, ‘DiFra’ declaró que esta noche cualquier once será posible y “tanto jóvenes como menos jóvenes pueden ser titulares”. En la ida su novedad fue el estreno de Zaniolo, esta vez debería ser el regreso a una zaga de tres para matar dos, quizás tres pájaros de un tiro: suplir la ausencia de Pellegrini, fundamental en el 4-2-3-1, ayudar a Manolas y Fazio que están lejos de su mejor condición, y darle más libertad a Kolarov y Florenzi. Cuando empujan, saben hacer daño.

Tres debilidades

Contundencia. “En Udine leímos las típicas estadisticas que serían muy buenas y se convierten en malísimas debido al resultado”. Lo que dijo Di Francesco es muy cierto: uno de los lunares de este Roma es la falta de puntería, de contundencia arriba. El equipo llega muchas veces a la portería rival, pero le falta gol. El Shaarawy, Schick y también Ünder pueden, deben dar muchísimo más. Sobre todo si no estará Dzeko.

Lesiones. Di Francesco tampoco está teniendo mucha suerte. Pastore, uno de los fichajes estrella de este verano (que todavía no encontró su papel táctico en el equipo) apenas se ha visto, Perotti lleva más de un mes fuera de combate y el mediocampo sufrirá sin el liderazgo y la fuerza de De Rossi y las llegadas de Pellegrini. Hasta anteayer fueron dudas también Manolas y Olsen, mientras que este lunes llegó la horrible noticia de las molestias musculares de Dzeko. Recibir al Madrid en estas condiciones no es sencillo.

Tensión. Ya en condiciones normales, el ambiente de Roma es peculiar. Pasa de la extrema alegría a la depresión más profunda y autodestructiva de una semana para otra. Esta temporada, con tantas decepciones en la Serie A, complica las cosas: ante el Madrid, más que una clasificación que ya casi tienen en su bolsillo, los giallorossi se juegan su credibilidad ante más de 60.000 tifosi que llenarán el Olímpico con la ilusión de vivir otra gran noche europea. Las declaraciones de Kolarov (“los hinchas sean conscientes de que no entienden nada de fútbol”) pueden convertirse en un peligroso boomerang.

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