La mano de Acuña hunde al Elche en el descenso e impulsa al Alba
El conjunto manchego derriba el fortín del Martínez Valero y se consolida entre los cinco primeros clasificados para alegría de los dos mil aficionados desplazados a tierras ilicitanas.
El dios en Albacete se llama hoy Carlos Javier Acuña. Un gol de picardía con la mano le dio la victoria a su equipo en el Martínez Valero para dar un paso más hacia la parte alta de la clasificación y asentarse en la quinta posición de la tabla. El Elche acumuló dominio y méritos, tras jugar una hora con uno más por la expulsión de Zozulia, pero echó de menos la pegada de sus delanteros para evitar la derrota en su estadio.
La primera parte duró 48 minutos y tuvo contenido para haber descrito la historia de varios partidos. El Elche fue mejor en el global, pero se vio golpeado por la acción polémica de la jornada. Tras un primer cuarto de hora de tanteo, el gol llegó en una jugada en la que Javi Acuña recordó a la mano de Dios en aquel histórico Argentina-Inglaterra en el minuto 16, desviando lo justo el centro desde la izquierda de Néstor Susaeta y sorprendiendo al portero José Juan. El árbitro picó y, tras unos instantes de desconcierto, concedió el tanto.
Esa acción calentó el duelo y envalentonó aún más al Elche, que buscó con ahínco la portería rival. Iván Sánchez intentó el empate con un latigazo con la izquierda que obligó a una parada espectacular de Tomeu Nadal. En ese saque de esquina, Sory Kaba acarició el palo con un soberbio cabezazo. Pacheta cambió a sus extremos de banda y en una galopada de Josan por la izquierda, Zozulia le cazó con una durísima entrada que le costó la expulsión.
El Albacete Balompié defendió con uno menos su renta en la segunda parte. Ramis le ganó unos segundos al cronómetro esperando tres minutos para recomponer su ataque con la entrada de Ortuño por Aleix Febas. Pacheta cargó sus cañones con Nino y Benja en lugar de Gonzalo Villar y del defensa Tekio. El segundo acto fue un monólogo local, aunque sin ocasiones claras. Los franjiverdes trataron de empatar sin éxito por todos los medios, pero se estrellaron ante el frontón de la defensa del Alba. Ante cada remate del Elche siempre hubo un jugador manchego sin que apenas Tomeu Nadal tuviese que intervenir con apuros.
El Alba, con uno menos, buscó a la contra la sentencia y pudo ampliar la renta en una carrera de Mathias Olivera que fue derribado en el área por Neyder, último defensa, sin que el árbitro apreciara penalti. Al final, sexta jornada consecutiva sin perder del equipo de Ramis, la cuarta seguida sin encajar gol y alegría sin límite para los más de dos mil manchegos que poblaron el anillo superior. El Elche cae a descenso y necesita reaccionar a domicilio para no despeñarse más abajo en la tabla.