NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

ESPANYOL

La llamada de Agné que cambió el destino de Rubi

El ahora técnico perico había decidido dejar el fútbol de elite en 2011, pero el entrenador del Girona le rescató. Esa oportunidad le hizo retomar el camino.

Rubi.
FERRAN ZUERAS

En junio de 2011, Joan Francesc Ferrer, Rubi, recibió una llamada. En ese momento, dos años después de finalizar su último proyecto deportivo en el Benidorm, en Segunda B, el actual entrenador del Espanyol vivía en Vilassar con sus hijos y sus padres, dispuesto a asumir el negocio familiar de la agencia de viajes y a matar el gusanillo del fútbol dirigiendo a algún equipo del pueblo. Pero, al otro lado del teléfono, estaba Raül Agné, entrenador del Girona por aquel entonces. “Quiero ampliar mi cuerpo técnico, y quiero que te unas’, le dije, así, y me reuní con él. Me comentó que iba a dejarlo”, recuerda el entrenador de Mequinenza, ahora sin equipo tras su última experiencia en China.

Agné es cinco meses mayor que Rubi, y habían coincidido como jugadores en la territorial catalana, en categorías como Segunda B y Tercera, en partidos los domingos a los 12:00, de puro y carajillo. “Teníamos un conocido común, que se llamaba Arnau Sala, y él nos presentó y fue donde comenzó nuestra amistad”, comentó Agné.

Rubi aceptó el reto y formó parte del cuerpo técnico de la temporada 2011-12 del Girona, que ya militaba en Segunda A. “Comenzó de analista y también se encargaba de la estrategia. Me gusta que tenga independencia, incluso le dije que para esto podía ser una oportunidad. Si a mi no me sale bien, quizás tiran de él”, le comentó Agné. “Hay dos tipos de entrenadores. Los funcionarios y los que quieren serlo, y Rubi es de los segundos, porque es un enamorado de esto. Siempre fue una persona atrevida y metódica, que cuida los detalles. Sus equipos eran reconocibles, y eso es lo que demuestra que un entrenador es bueno”, añadió.

Pero el 15 de enero de 2012, debido a una floja primera vuelta, Agné fue destituido. Sus ayudantes, entre ellos Rubi, pusieron el cargo a su disposición, pero el entrenador les fue claro: “Ellos plantean irse conmigo, pero les digo que no. Estamos en categorías dónde no nos ganamos la vida, así que yo no soy nadie para quitarles el puesto de trabajo”.

El salto a la elite y el Espanyol actual

Sin Agné, llega Josu Uribe, quien permanece tan solo dos meses, y es sustituido por Javier Salamero, quien logra la salvación. En esas etapas, Rubi asume las funciones de segundo entrenador. Y es en junio de 2012, un año después de que había decidido tirar la toalla y refugiarse en Vilassar, cuando se convierte en entrenador de Segunda A. Mete al Girona tercero, pierden el playoff de ascenso ante el Almería y, a partir de ahí, su carrera se dispara.

“Ne me sorprende. Tenía la seguridad de que le iba a salir bien esta aventura. Me da sensación de que Rubi encaja con estos jugadores, y ellos también con el entrenador. Todos han conectado. El Espanyol ha cambiado el estado de ánimo y es de los equipos que mejor juega del campeonato”, comentó el entrenador de Mequinenza.

Sobre el encuentro, Agné, que sigue la competición en busca de alguna oportunidad, considera que “el Espanyol ha encontrado el equilibrio muy rápido, mientras que el Girona parece que lo está logrando ahora. Aun así, y aunque puede ser un partido igualado, el Espanyol mandará y tiene más opciones da ganarlo”.