Ceballos pasa a Isco y Asensio
La etapa de exclusión con Zidane va quedando atrás. Lopetegui apostó por él y Solari ha cogido el testigo: es el décimo jugador con más minutos.
Ceballos gusta porque en su fútbol aúna el alma de los trileros, moviendo y escondiendo la bolita, y el de los perseverantes, ofreciéndose y corriendo de continuo. No caló ese espíritu burlón y entregado en Zidane, que apenas cooperó con 899 minutos a su adaptación. Pero el verano le devolvió la moral. En Lopetegui encontró el tutor que necesitaba, aunque la responsabilidad hay que extenderla hasta Solari, que le ha metido entre los diez jugadores con más minutos de la plantilla, por delante, entre otros, de Asensio, Casemiro o Isco.
Fue Julen quien asumió el traslado más difícil, del sótano (899 minutos con Zidane, el menos utilizado de la plantilla) al salón principal. Ese salvavidas llevó al utrerano al decimoquinto puesto en la tabla de jugadores más empleados, una notable subida que encontró continuidad tras el cese del vasco. Solari le ha dado un ascenso que le ha colocado el décimo en participación, poniéndole en tres de los cuatro partidos que ha dirigido, en dos de ellos de inicio, y haciendo que pase por la derecha a compañeros de perfil y estatus superiores, como Asensio (12º), Casemiro (14º) o Isco (18º). Ha escalado desde el 40% de los minutos disputados con Lopetegui al 70% con Solari.
Ceballos se perfila como titular en Eibar
Ante el Melilla demostró su peso en el estilo del equipo, contra el Valladolid no rascó bola, frente al Plzen lució corte y confección, y en Balaídos dio lustre al triunfo con un golazo. Luego, el parón de selecciones fue acelerón personal: ante Croacia protagonizó un paso al frente, echándole fe y gol a un partido de final fatal, y contra Bosnia estuvo entre los que escaparon del tedio. En la 17-18, a estas alturas, su reloj de juego marcaba 276 minutos; en la 18-19 va por 765. Para Ipurua ha tomado la delantera para llenar el hueco de Casemiro, lesionado, una solución de emergencia que ya resultó bien en Vigo.
