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LEGANÉS

Raúl García: "Nos hace falta sentir más el grupo, el equipo"

El defensa del Leganés hace autocrítica sobre su falta de minutos sin olvidar otros factores. Admite que pudo dejar Butarque en verano. Recibe a 'su' Alavés: "Me siento parte de su historia".

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Raúl García: "Nos hace falta sentir más el grupo, el equipo"
JAVIER GANDULDIARIO AS

Sucede a veces que un futbolista, lejos de mirar hacia otro lado, se mira a sí mismo para preguntarse el porqué no juega más. Raúl García Carnero (R.Carnero en su camiseta en honor a su abuelo materno) es una de esas rara avis. Sólo ha jugado seis partidos con el Leganés esta temporada, pero lejos de culpar a otros, hace autocrítica. "No he cumplido las expectativas que traía cuando llegué", afirma.

Sabe que tiene parte de culpa en el hecho de no jugar mucho, pero tampoco es ajeno a otras causas. Como la competencia que han ejercido en sus dos temporadas de pepinero Diego Rico y Jonathan Silva. O la elección que hacen los entrenadores. "Cada uno tiene futbolistas en los que confía más", admite.

Ahora con Pellegrino repite el rol a la sombra que asumió también con el Flaco en el Alavés. Los vitorianos serán el rival al que mañana se enfrente tanto uno (Mauricio) como el otro (Raúl). Con los vitorianos el defensa subió a Primera después de evitar un agónico descenso a Segunda B. Cuento de hadas con referencias de vestuario (Manu García) que ahora echa de menos en el Leganés. Gente que enseñe qué es el club. Su filosofía. Sus valores.

Uno de ellos, el del trabajo constante, es la virtud a la que vive consagrado este gallego de 29 años antes de pensar en su futuro incierto por Butarque. "Ahora toca trabajar mucho, pensar en el equipo y salvarlo. Ya llegará el momento de ser egoísta", afirma.

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JAVIER GANDULDIARIO AS

Llega el Alavés a Butarque. ¿Partido especial?

Sí, si es especial. El mejor sitio en el que he estado ha sido allí. Por todo lo que viví. Por nuestro crecimiento. Cuando llegué estábamos a siete puntos de salir del descenso. Acabamos salvándonos en la última jornada. Imagínate, la afición se volvió loca. Muchos lo daban por perdido, más por cómo estaba el club. Andábamos en concursal e irnos a Segunda B habría sido algo terrible. Salvarse así… la afición te transmite gran sentimiento.

Allí creció mucho.

Sí, venía de situaciones difíciles. De no encontrar mi sitio. Había debutado en Primera, pero no tuve continuidad. Me tuve que ir cedido, en Almería fue algo parecido. Tampoco me dieron la oportunidad. Allí encontré mi sitio.

Y se convirtió en héroe del ascenso.

Me siento parte de la historia del Alavés. Para mí será muy especial. Cuando puedo me voy a Vitoria. Tengo amigos que han surgido fuera del fútbol, de gente que ha venido a mi boda… mi mujer y yo nos sentimos parte de aquello. Un club histórico, del resurgir del Glorioso. Del borde de la desaparición al ascenso, sí.

Su rol fue clave.

Fui protagonista, sí. Metí cinco goles, sobre todo el último gol el día del ascenso. Tenía a mi mujer embarazada en el campo… ufff… son recuerdos que siempre van a estar ahí. Te hacen sentir parte de la historia.

Aquel equipo lo entrenaba Bordalás.

Si te soy sincero, cuando llegó Bordalás, tenía dudas de cómo podía salir aquello. Recuerdo que estaba de vacaciones. No sabía nada de él. Todo el mundo tiene una imagen de que va al límite, de que no es limpio… y claro, se generaron dudas. Más en mi caso, porque decían que yo era defensivamente flojo. Pero en cuanto trabajas con él te das cuenta de que te exige mucho, pero que te ayuda a mejorar. Saca lo mejor de ti. No es cierta toda esa parafernalia que hay tras él.

Puro mito.

¡Claro! Nunca le has escuchado pedir que hagas daño a un rival. Te pide que vayas al límite de lo que puedes dar. Ahí está la mejora. El rendimiento elevado que saca a sus jugadores y a sus equipos. Miras su trayectoria y siempre ha logrado sus objetivos. En Primera está haciendo un gran papel.

Usted en el Alavés tuvo la barrera de Theo.

Cuando ascendimos se quiso dar un salto de calidad. Vino Theo a mi posición y fue el año de su vida. Su mejor temporada y encima el equipo iba genial de resultados y juego. Eso hacía más difícil que hubiera cambios en la posición. Personalmente no jugué ni lo que quería, ni al nivel del año anterior.

Le siento autocrítico…

Sí, claro. Pero porque yo no estaba acostumbrado a, después de todo ese crecimiento personal del que hablaba jugándolo todo en el Alavés, verme en la grada o el banquillo.

¿Se comió mucho la cabeza?

Claro que sí. Si nunca has vivido algo así es complicado. Tu rendimiento baja. Esa experiencia sí que me ha ayudado a madurar. Lo vi el año pasado. Mis aportaciones en cuanto a partidos fueron similares a años anteriores, aún sin estar a mí nivel. Porque yo sé que puedo dar mucho más con más continuidad, evidentemente.

¿Era mejor aquel Alavés debutante en Primera que este Leganés?

Es bastante similar. Quizá nos falta sentir más el grupo. Sentirnos más un equipo. En el Alavés había más conjunción que este año.

¿Y eso por qué?

Sí que es verdad que hay diferencias en cuanto a lo que transmite el Alavés al recién llegado. Lo que transmite gente como Manu García, la afición y el club. Desde el minuto uno te insisten que no puede faltar el trabajo, que hay que dar el máximo. Quizá aquí en el Leganés eso se nota…

Así que echa de menos en ese rol a gente como Mantovani…

Sí, en un club tiene que haber siempre gente de referencia. Que inspiren los valores de ese club. Más allá de que jueguen más o menos. Que toda la gente que venga nueva lo entienda. Porque al final siempre viene gente de muchos lugares diferentes. Culturas diferentes. Es necesaria gente que enseñe qué es el Leganés.

¿Qué pensó cuando el Leganés fichó a Pellegrino? Con él usted no jugó mucho…

Cuando vino me planteé mi situación. Quería hablar con él. Saber qué quería de mí. También qué quería el club. Es mi segunda temporada y quizá no he cubierto aún las expectativas que teníamos cuando llegué.

¿Y?

En verano he trabajado bien. He trabajado duro para ganarme un puesto. Tuve opciones de una salida, pero también acercamientos para renovar. A partir de ahí, cuando empezó LaLiga, nos olvidamos de todo porque hay que centrarse en la competición.

¿Le han llamado para renovar estas semanas?

En verano hablamos, hubo acercamientos, pero nada más. No nos sentamos seriamente a negociar. Ellos me dijeron que el club no tendría problemas en ampliar contrato. Por mi parte también quería saber cuál sería mi papel. Hasta ahora está siendo bastante secundario. No me queda más que trabajar y ver si le doy la vuelta a esto.

¿Usted quiere seguir?

De momento creo que sería egoísta, tal y como está el equipo, pensar sólo en mi situación individual. Pienso que tengo que esperar al momento en el que ser egoísta y pensar en mí. Ahora toca pensar en el club, que fue el que apostó por mí. Todo tiene su momento.

¿Y el suyo es…?

Pues veremos si es ahora en enero, si acercamos posturas para renovar. Quizá me dicen que quiere que salga. Quizá tengo que esperar y buscarme la vida en otro lado. Pero insisto: tengo que esperar mi oportunidad. Ahora toca pensar en el equipo.

En Leganés la competencia también ha sido alta: Rico, Silva…

Eso me va a pasar siempre en Primera. Siempre habrá competencia. Es verdad que los entrenadores siempre tienen jugadores en los que confían más. Para mí claro que he pensado que Pellegrino no confió mucho en mí. Theo hizo muy buenos partidos y aquí me planteaba lo mismo, si tendría confianza o no.

El Leganés necesita ciento y pico centros de media para marcar. Usted es de los encargados de esos centros. ¿Por qué cuesta convertirlos en gol?

Es cuestión más de que nos metemos demasiado atrás. Cuando estás en una situación difícil, en descenso, quieres protegerte más, tapar bien todo. Reculas y cuando tienes el balón y sales arriba, y llegas a centrar lo hacemos con poca gente al área. Tenemos que llegar con más gente. Por mucho que tengas un buen delantero, él solo contra cuatro defensas es difícil hacer gol

¿Quién pega mejor las faltas, usted u Óscar?

(Risas) Somos totalmente diferentes. Óscar tiene un golpeo seco muy bueno. Le pega muy fuerte, y cuando parece que se va a ir a las nubes, de repente baja y es gol. Lo mío es más un golpeo de rosca, de buscar la escuadra más suave. A él lo veo tirando faltas lejos, con la barrera al borde del área, y a mí ya con la pelota cerca de la frontal.

Es lo único que le falta. Hacer gol con el Leganés.

¡Pero es que jamás tiré una falta con el Leganés! Siempre ha coincidido que o bien no ha habido faltas que yo pudiera tirar o que cuando las ha habido, las ha tirado otro. Recuerdo, por ejemplo, una de Gabriel.

Pues contra el Alavés no estaría mal estrenarse… ¿lo celebraría?

Sí, es algo que siempre dije. Si estoy jugando en casa, con la afición que está apoyando, siempre voy a celebrar un gol con ellos. Marque contra quien marque. Sea contra el Alavés o el Depor, que es otro equipo al que tengo mucho cariño. Si fuera en Mendizorroza o Riazor sí que no lo celebraría por respeto.

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