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TURQUÍA

Así le va a Cerci en Turquía

El jugador italiano es suplente habitual en el Ankaragucu turco y suma tres goles esta temporada, uno en liga de penalti y dos en copa.

Actualizado a
Cerci celebra un gol.
@Ankaragucu

Alessio Cerci no ha desaparecido del mapa futbolístico. El italiano ha dejado el primer plano mediático que alcanzó en su fichaje por el Atlético de Madrid en el último día de mercado de fichajes del verano de 2014 y que mantuvo en su cesión posterior al Milán, pero se mantiene en activo en el Ankaragücü turco donde ha marcado tres goles y añadido una asistencia en sus ocho partidos disputados, donde en liga es suplente habitual.

Cerci tuvo un fantástico curso 2013/14 en el Torino, marcando 13 goles y dando 11 asistencias en un equipo que se clasificó para la Europa League, pero desde entonces su carrera ha caído en picado. El italiano firmó por un Atlético campeón de Liga a cambio de unos 15 millones de euros destacando por su desborde y peligro jugando en la banda derecha a pierna cambiada, pero su desidia inicial en los entrenamientos, donde llegó con la pretemporada ya completada, provocó que sus oportunidades con Simeone fuesen escasas.

Cerci celebra un gol con el Atlético.
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Cerci celebra un gol con el Atlético.JAVIER SORIANOAFP

El italiano debutó en partido oficial con el Atleti en el primer duelo del curso en Champions contra el Olympiacos, disputando 24 minutos en la derrota en Grecia por 3-2 donde también se produjo el debut de Oblak y el primer gol de Griezmann como rojiblanco. Su primer y único tanto como atlético llegó en la competición europea ante el Malmö en la victoria por 5-0, donde entró al campo en el minuto 77 y cerró el amplio marcador.

Su indisciplina y la poca implicación mostrada en los entrenamientos y en los minutos jugados concluyeron con su salida del club en enero cuando sólo había participado en nueve partidos y había sido titular en uno, en Copa del Rey contra el Hospitalet. Cerci entró en una operación en la que Fernando Torres regresaba al Atlético de Madrid tras siete años y medio fuera de su casa. Pero pese a que su cesión al equipo rossonero se cerraba por una temporada y media, hasta junio de 2016, el Milán acordaba romper el acuerdo cuando llevaba un año en el club y había disputado 33 partidos anotando un gol. En enero de ese mismo año el Atlético le buscaba otra salida, en esta ocasión al Genoa. Ahí recuperó parte de su esplendor y fue importante en el equipo donde disputó 11 partidos y marcó cuatro goles.

Una vez concluyó la cesión en el equipo genovés, Cerci regresó al Atlético para concluir su último año de contrato. Sin contar para Simeone, formó parte de la plantilla por no encontrar ninguna salida apetecible para todas las partes, por lo que el italiano jugaría sus dos últimos partidos como rojiblanco en la temporada 2016/17. Fueron 29 minutos en Copa del Rey contra el Guijuelo y 14 en Liga ante Osasuna donde entró en un partido ya resuelto (3-0) y donde se produjo la curiosa circunstancia de que el Atlético dispuso de dos penaltis a favor en un minuto y falló los dos bajo la petición de los aficionados colchoneros de que Cerci fuese el lanzador de ellos. Carrasco y Thomas fueron los encargados de intentar superar a Sirigu impidiendo que el atacante italiano gozase de la oportunidad de lograr su segundo gol como atlético.

Ahora, Cerci milita en el Ankaragücü después de una temporada en el Hellas Verona (25 partidos y tres goles), a donde llegó con la carta de libertad tras acabar contrato con el Atlético. El club italiano también le concedió la posibilidad de salir libre para firmar con el equipo de Turquía. Con los 31 años ya cumplidos, Cerci ha participado en seis partidos de la liga turca donde ha sido suplente en cinco y titular contra el Yeni Malatyaspor, anotando el único gol del partido de penalti. En Copa ha destacado participando en dos partidos y marcando en los dos, aunque contra equipos de categoría muy inferior. Un jugador que aunaba velocidad, un gran talento en su pierna izquierda y un potente y preciso disparo lejano, pero al que penalizó su poca profesionalidad en la gran oportunidad de su carrera.