Primera etapa de montaña para Solari: 27-N, Olímpico de Roma
Sacó adelante sus primeros cuatro partidos ante rivales de perfil más modesto. Contra el Roma jugará su primer partido ante un contrincante de enjundia.
Solari se ha ganado su oficialidad como entrenador del Madrid, hasta junio de 2021, con sus cuatro primeros partidos al frente del equipo blanco: 0-4 al Melilla, 2-0 al Valladolid, 0-5 al Viktoria Plzen y 2-4 al Celta. Cuatro victorias importantes con un balance estupendo (15 goles a favor, sólo dos en contra) y con un cambio de sensaciones respecto a la etapa de Lopetegui, en la que el equipo se hundía sin remedio. Aunque a Solari todavía le falta aprobar en una etapa de alta montaña, como la que le viene próximamente.
Tras el regreso del parón de selecciones, contra el Eibar en Ipurua el 24 de noviembre, el Madrid visita el Olímpico de Roma el 27, en la quinta jornada de la fase de grupos de la Champions League. Duelo directo, con la primera plaza del grupo en juego y ante uno de los cuatro semifinalistas de la pasada Champions League, un salto importante respecto a un Segunda B como el Melilla, un recién ascendido como el Valladolid, un equipo checo como el Plzen y un Celta destinado a dar más guerra de la que está dando este curso: va 14º en la clasificación y acaba de cesar a Antonio Mohamed en el banquillo celeste.
Un estadio, el Olímpico, de buenos recuerdos para el Madrid: lo ha visitado cinco veces para enfrentarse al Roma, con un balance de cuatro victorias y sólo una derrota. También jugó allí dos veces ante el Lazio, con un balance menos afortunado: dos empates. Justo tras la visita a Italia, a Solari le llegará el otro gran rival de lo que queda de 2018, el Valencia, al que , como al Celta, no le van las cosas tan bien como cabría esperar, de momento: es 15º en la tabla, pese a que está disputando la Champions League. Y al fondo, en la final del Mundial de Clubes, queda por ver si el rival será uno de los dos equipos argentinos que están disputando la final de la Libertadores: River Plate y Boca. Dos clásicos con más nombre que peso actual, a juzgar por la situación de fútbol argentino.