La alargada sombra del "brexit", presente en el día a día de cada persona que habita en el Reino Unido, acecha a la Premier League, que parecía intocable. El principio de acuerdo "técnico" alcanzado por la primera ministra británica, Theresa May, con Bruselas sobre las condiciones en las que el Reino Unido abandonará la Unión Europea -el 29 de marzo de 2019- ha desatado las alarmas en una competición que mueve miles de millones de euros y que se nutre de jugadores de todo el planeta para dar lustre a sus equipos. El "brexit" tendría un impacto brutal sobre una liga que solo en derechos de televisión movió más de 5.000 millones de euros en su último acuerdo. Además de posibles y mayores depreciaciones de la libra, la mayor preocupación de la Premier y, por consiguiente, de los clubes es la situación de sus jugadores. Según informó esta semana el diario británico The Times, la federación inglesa de fútbol (FA, por sus siglas en inglés) planea imponer su "brexit" particular al campeonato liguero, reduciendo el número de jugadores extranjeros que pueden formar en las filas de los 20 equipos que componen la máxima categoría del balompié inglés. Del máximo de 17 actuales a 12, es decir, menos de la mitad de los 25 que componen un equipo. Un criterio que actualmente solo cumplirían seis equipos de la Premier; Crystal Palace (12), Wolverhampton Wanderers (12), Southampton (11), Everton (10), Cardiff City (7), Burnley (5) y Bournemouth (5). Al borde quedan Leicester City (13), Manchester United (14) y Newcastle United (14), y muy lejos aquellos que coquetean con el límite. El Arsenal tiene 15 extranjeros en sus filas, Chelsea, Liverpool, Fulham y West Ham United cuentan con 16 y por encima de ellos están los cinco que se ajustan al máximo de 17; Manchester City, Huddersfield Town, Brighton & Hove Albion, Watford y Tottenham Hotspur. El cambio no entraría en vigor de manera inmediata cuando se concrete el "brexit", ya que habría un período de transición hasta finales de 2020. El punto de vista de la FA es que sería una manera de estimular el desarrollo de jugadores nacionales, el de la Premier es que se debilitaría una liga que vive de sus estrellas extranjeras. Como prueba, un botón: de los últimos doce ganadores del premio al mejor jugador del año de la Premier, sólo hay dos británicos, el galés Gareth Bale y el inglés Wayne Rooney, ambos ya lejos de las islas. Sin embargo, en la selección inglesa solo hay que echar un vistazo a la última convocatoria de Gareth Southgate para ver que de los 28 jugadores llamados, 26 militan en clubes de Inglaterra. Cantidad hay y confianza también, no en vano quedaron cuartos en el último Mundial de Rusia. El otro gran problema del "brexit" afectaría directamente a los jugadores. Aquellos que ahora son extracomunitarios tendrían que acreditar un currículum internacional para poder fichar por un club inglés. No ocurre como en España, donde cada equipo tiene un límite de extracomunitarios. El jugador que quiera firmar por un club inglés deberá haber jugado un porcentaje de partidos, variable según el ránking FIFA de su selección, en los dos últimos años. Ese porcentaje oscila entre el 30 % para las mejores selecciones y el 50 % para aquellas con peor clasificación. Algo que en el pasado hubiera trastocado los fichajes de jugadores como N'Golo Kanté, que no habría podido firmar por el Chelsea al no cumplir esos requisitos. En el caso de un equipo como el Manchester City, actual líder y campeón de la Premier, la medida afectaría a 22 de los 29 jugadores que han participado esta temporada, al contar solo con cinco jugadores ingleses.
Los clubes recibirán este jueves la propuesta concreta de la FA y con ello analizarán un escenario que perturbará la época de abundancia en la que ha nadado la Premier y que amenaza con desestabilizar el panorama de los próximos años.