Cristiano sólo hay uno. 450 goles en 438 partidos. Sus números serán difícilmente repetidos por ningún jugador. Fruto de su vacío es que el Real Madrid ha bajado ostensiblemente su promedio de goles por encuentro. De 2,65 tantos a favor por partido en las nueve temporadas con el portugués, a los 2 goles actuales (-0,65). Pero en este Madrid post Cristiano, Karim Benzema ha logrado lo que nunca ha hecho en el Madrid: convertirse en el futbolista con mayor peso goleador de la plantilla. Lleva el 27% de los goles (10) del equipo (36). Hasta la fecha su mejor porcentaje fue en la 2011-12, con el 19% de las dianas del Madrid en la 2015-16 con Zinedine Zidane después de sustituir a Benítez. Sorprende, además, que este porcentaje del francés sea mejor que el obtenido por Cristiano en sus dos últimas temporadas de blanco, con un 26% de los goles (86 de 321).
Sin Cristiano, la secuencia lógica era pensar que el nueve del Madrid diera ese paso adelante. Pero pocos ponían la mano en el fuego por el francés. Con Bale en situación de excedencia para recoger la bandera de Cristiano, Karim ha tirado del carro. A tirones, pero ha tirado. De los 18 partidos oficiales estuvo ocho sin marcar, pero aún así a estas alturas de calendario ostenta su segunda mejor marca de goles. Sólo hizo más en la 2014-15 con Ancelotti (finalizó la temporada con 22 dianas, lo que supuso el 13% del peso goleador del equipo).