Sevilla: un salto de calidad para soñar con casi todo en LaLiga
2º antes del parón, Caparrós debe mirar al mercado de invierno con ambición porque el club dispone de recursos económicos.
Alcanzó el Sevilla al parón de noviembre en la segunda plaza de la tabla, a un solo punto del líder Barcelona y con la posibilidad real de arrebatarle ese primer puesto justo cuando regrese la competición. Los de Machín reciben al Valladolid y los azulgrana visitarán al Atlético en el siempre complicado Wanda. Sueños de grandeza que deben ser completados por un arreón en la planificación, a todas luces incompleta.
Y lo sabe el Sevilla, que se reforzará con seguridad en invierno y seguramente, con más de una pieza. Quiere Pablo Machín un central con poderío y velocidad porque Gnagnon no ha dado el nivel. Y no le haría ascos a reforzar tanto el carril izquierdo como la delantera, si es que el colombiano Luis Muriel acaba saliendo. Dinero, desde luego, hay.
De hecho, el Sevilla se encuentra entre los equipos de Primera División que más capacidad tienen para agotar e incluso ampliar el limite salarial de casi 163 millones que la LFP le impuso el pasado verano, quinto en Primera por detrás de Barcelona, Real Madrid, Atlético y Valencia. Ahora es cuestión de que Joaquín Caparrós sea capaz de acertar y de convencer a las piezas que den ese salto de calidad necesario. Ya lo consiguió con fichajes como el de Vaclik y el de André Silva, probablemente también con el de Gonalons, pero hay refuerzos veraniegos que o han defraudado o no han convencido aún. Con margen de tiempo y el refuerzo de los resultados, la cosa debe ser ahora más fácil. Sobre todo habiendo capacidad económica.
Calero, Juanpe...
La lista de nombres que maneja el Sevilla es muy amplia, pero en la parte de atrás queda encabezada por hombres como Fernando Calero, que está destacando en el Valladolid, o Juan Pedro Ramírez Juanpe, del Girona. Al segundo, de 27 años, ya le sondeó el club nervionense en verano, pero no se decidió a traerle y vuelve a ser indiscutible en Montilivi, donde ha jugado 11 encuentros de Liga y sólo se ha perdido una jornada (y la ida de dieciseisavos de Copa) por un problema muscular. Calero, más joven (22 años), fichó la pasada campaña del Atlético Malagueño para volver a la que es su tierra, y a los pocos meses ya estaba con el primer equipo del Valladolid para lograr el ascenso a Primera. Lo ha jugado todo en Liga y ha contribuido a que el Valladolid apenas haya recibido sólo 9 goles, el que menos tras el Atlético.
