Dembélé no fue al vestuario tras la derrota contra el Betis
Saben que el Camp Nou deberá dictar su sentencia, aunque los habitantes del vestuario creen que el francés ya "recibió su castigo".
Basta. No se quiere hablar, por el momento, de Ousmane Dembélé, en el vestuario azulgrana. Castigado a ejercitarse en solitario el viernes y a quedarse el sábado fuera de la lista de convocados, el domingo, el atacante pide calma. “Es un problema que debemos resolver dentro, en el vestuario”, dicen. Dembélé, cada vez con menos aliados en el vestuario, “ha de entender que su cambio de actitud es indispensable para tener una nueva oportunidad en los planes de Valverde.
La titularidad ante el Betis era suya tras la lesión de Coutinho, pero sus acciones le apartaron de ella”, afirman. Al descanso del partido de ayer fue al vestuario; cuando acabó el partido, se fue a casa. Sus compañeros pretenden que reaccione y los mensajes que lanzaron fueron siempre positivos. Desde Piqué (“es joven y seguro que reflexiona”) a Valverde (“esperamos mucho de su calidad, tiene un gran talento y confiamos en él”), desde el vestuario indican que “tras el regreso con las selecciones se habrá hecho un borrón y cuenta nueva. Ya recibió su castigo”.
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