Desde la zona noble del Huesca hasta los jugadores y pasando por los aficionados admiten que su contratación ha sido un éxito. Su plan de trabajo, mano dura y carisma convencen.
Francisco ha necesitado poco menos de un mes para que su Huesca haya pasado de ser un equipo en caída libre a asimilar unos conceptos que han despertado un contenido optimismo en la afición , ya que solo ha conseguido un punto de los nueve que ha disputado. El entrenador almeriense cogió el relevo de Leo Franco en el banquillo de El Alcoraz y poco a poco está levantando un proyecto con su liderazgo por bandera y con tres premisas claras: recuperar la mejor versión de sus jugadores, trabajo concienzudo táctico y mano dura con su plantilla.