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LAS PALMAS

Deivid: "Si subimos, se cerraría una etapa y me quedaría en paz"

El defensa grancanario volvió este verano a casa para intentar "completar un círculo", tal y como ha contado en esta entrevista con el Diario As.

Las Palmas de Gran Canaria
Deivid: "Si subimos, se cerraría una etapa y me quedaría en paz"
CARLOS DIAZ-RECIODIARIO AS

Usted fue muy crítico analizando el 2-2 de Mallorca, tras ir ganando Las Palmas 0-2. ¿Qué análisis han hecho?

Viendo el partido repetido, en frío, y con la charla del míster, nos dimos cuenta de que el duelo se descontroló durante 5-10 minutos, cuando nos marcaron. Quizás nos metimos demasiado atrás. Para un equipo que aspira al ascenso, si se pone 0-2 tiene que cerrar el partido y manejar los tiempos. A lo mejor en ese rato no lo hicimos del todo bien, pero ya pasó. Hemos corregido errores. El entrenador nos dijo lo que pensaba e intentaremos que no vuelva a suceder.

La UD se está mostrando demasiado irregular.

Lo dije cuando llegué: quien pensaba que esto iba a ser un paseo se había olvidado de lo que es la Segunda División. En los últimos años ha pegado un salto mayor, con el límite salarial todo se ha igualado muchísimo. Los últimos años han sido muy fuertes, no se sabía qué iba a suceder. Los equipos que bajaban, que supuestamente iban a pasearse, siempre lo han pasado mal. Pocas veces el que baja vuelve a subir con la misma. Estamos en ello. Estamos empezando y en la plantilla somos 17-18 jugadores nuevos, más el entrenador. Todo eso requiere un tiempo, un adaptación, pero creo que el equipo se está ajustando cada vez más. El míster va encontrando su idea, y poco a poco esperamos encontrar la regularidad. Se nos exige estar arriba desde un primer momento, pero esto es muy largo. Con el Valladolid, el año pasado, a falta de 10 jornadas no estaba ni en playoff. Hay que llegar a las últimas 10 jornadas metidos en el pelotón, y estoy convencido de que así va a ser.

Volvió a Las Palmas cuatro años después. ¿Cómo surgen los contactos para su regreso?

Primero me llamó Toni Cruz, cuando la UD acabó la temporada y empezó a preparar esta. Me preguntó que qué pensaba acerca de volver. Tenía un año más de contrato con el Valladolid, y me querían renovar. Además, íbamos a jugar el playoff. Le dije que hablaríamos al final. Tenía una relación muy fuerte con el director deportivo, al que ya tuve en el Sevilla, y con Carlos Suárez, el presidente. En Valladolid habíamos hecho un grupo increíble. Cuando acabó la temporada y pasó lo de Toni, luego me llamó Toni Otero. Y cuando eligieron al míster, se reunieron para comentarle esta posibilidad, y estuvieron de acuerdo. Me llamaron y me convencieron. A pesar de tener la posibilidad de jugar en Primera, esta era una posibilidad de resarcirme de todo lo que pasó cuando me fui. Tenía ganas de estar cerca de mis amigos, de mi familia y de que mi mujer también estuviera en casa.

Desde que regresó a Las Palmas, ¿qué le ha dolido más?: ¿Qué se le señale por su relación familiar con el presidente (está casado con su hija) o por haberse ido al Córdoba en aquel momento?

Con el tiempo me he ido acostumbrando. Antes me dolía más. Cuando me marché, al principio sufrí bastante por los comentarios; más que por los comentarios, por los insultos. Cada día me caía alguna por las RRSS. Pero no sufría por mí, pues me puse una coraza, sino por los que me rodean. Mis padres, mi familia, mis amigos, viven aquí. Ir al Estadio, o por la calle, y escuchar conversaciones donde a tu amigo o familiar lo están matando, me imagino que no debe ser muy cómodo. Hablé con todos y les dije que estaba fuerte y tranquilo, y que no se metieran en nada. Y que por mucho que escucharan, no le respondieran a la gente ni en RR SS ni por supuesto en persona. En mi familia, en la que incluyo a los amigos de toda la vida, se han portado como señores. Nunca se han metido en nada y yo, tampoco. Mi trabajo es hacerlo lo mejor posible en el campo. Ahí nadie me puede reprochar nada, siempre he sido un profesional con mis virtudes y defectos. Ahí es donde la gente me tiene que juzgar. Seguramente cuando juegue liaré alguna, y en otros partidos estaré bien. Pero como todos los futbolistas. Eso para mí está olvidado, es una etapa que ya pasó.

¿En algún momento se arrepintió de haber firmado con el Córdoba?

No. Allí me trataron espectacular. Sigo yendo a Córdoba y la gente me respeta muchísimo. Fui uno de los capitanes y siempre me trataron con mucho cariño. Me arrepiento de las formas o de la manera en que fue todo. Pero lo he explicado varias veces. Tras acabar el playoff, todo empezaba. La pretemporada del Córdoba se iniciaba en dos semanas. Las Palmas tampoco me dijo nada, y tenía una oferta de Primera División y alguna más. Decidí irme allí, y en aquel momento creía que era lo mejor. De las cosas que haces, si las haces con buena intención y pensando que es lo mejor, no creo que te debas arrepentir.

Usted ha vivido, con 29 años, la cara buena mala del fútbol y también la mala, la de las lesiones. ¿A qué se agarra uno cuándo le dicen que puede estar 8 meses son jugar?

Con la primera lesión, la de la cadera, lo primero que hice fue intentar descubrir lo que tenía. Fue una lesión poco común. Con el paso de los días y semanas, me llamaron muchos deportistas y futbolistas diciéndome que, sin saber lo que tenían, escuchando mis entrevistas se dieron cuenta de lo que podían tener. Pude ayudar a algunos compañeros. Fui a algunos fisios, vine aquí y me recomendaron hacerme una electroresonancia, y ahí fue done descubrimos que teñía el labrum roto, algo que no sabía ni que existía. A partir de ahí mi mentalidad cambió. Quería recuperarme lo antes posible. Contraté a un fisioterapeuta yme lo llevé a la operación. Cuando salí de ella, ese mismo día ya estaba trabajando. Me compré una bicicleta y máquinas y me las puse en casa para trabajar todos los días.

Bendito trabajo silencioso.

El que nadie ve, que es feo. Pero ahí te tienes que agarrar a tu gente. Como siempre, mis padres y mi mujer estuvieron a mi lado. Mis amigos (se ríe) se dejaron un dineral en pasajes a Córdoba. Iban todos los meses a verme. Al final, con el cariño de la gente de Córdoba, que pedía que me recuperara porque el equipo estaba yendo a menos y pensaban que conmigo íbamos a remontar… Gracias a Dios, lo conseguimos y nos salvamos. Te agarras a eso. Con la segunda lesión tuve un problema personal y estuve una semana prácticamente sin dormir. Me rompí el recto del cuádriceps por el estrés. Esa lesión fue más jodida porque me hizo más daño a nivel psicológico. Pero cuando firmas aquí te ilusionas y retomas el vuelo. Para mí, volver a casa era un reto importante.

Partido grande el sábado contra el Deportivo.

Para mí, es un súper equipo. Tiene un entrenador de los mejores de la categoría, que ya lo hizo muy bien la temporada pasada con el Zaragoza. Tiene un estilo de juego diferente. Juega en rombo, con un mediapunta, solo un mediocentro, dos a los lados y dos delanteros. Acumula mucha gente por dentro, y los que dan amplitud son los laterales. Es un juego diferente, de posesión, que arriesga; les gusta tener el balón.Va a ser un partido muy difícil. Hay que llevarse los tres puntos, en casa estamos bastante fuertes.

¿El objetivo irrenunciable tiene que ser el ascenso?

Sí. Creo que esconder eso sería mentir (se ríe). Con trabajo, con el día a día, con el famoso partido a partido, está claro que el objetivo final es el ascenso.

Para usted sería como completar su particular círculo vicioso.

Sí. Si ascendemos, ya me puedo retirar tranquilo del fútbol (se ríe). Ascender, la temporada que viene juego cinco minutos en Primera y me vuelvo a mi casa. Eso sería, como dices, cerrar un círculo perfecto. Tengo 29 años y espero que todavía me quede bastante. Pero es el reto que tengo para cerrar eso. Cuando estuve aquí empezamos a jugar los playoff, dos de manera consecutiva, y no pudimos asender. Para mí, ascender con Las Palmas sería un sueño y cerrar la etapa anterior del tema del Córdoba y quedarme en paz.

Está en un momento increíble

Apenas cuenta Deivid para Manolo Jiménez. "Está siendo duro", confiesa, pero apuesta por ser "realista": "Todos queremos jugar, pero hay que ser claros y realistas: los dos compañeros que están jugando están en un momento increíble y dándole una solidez importante al equipo, que es lo que pide el míster". "Lo único que me queda es trabajar y esperar la oportunidad", añade. No pone como excusa sus lesiones previas al fichaje por Las Palmas. "He hecho todos los entrenamientos con el grupo", confiesa.

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