Solari, un técnico inmovilista: ideas fijas y sistemas similares
Mezcla estructuras intercambiables en fase defensiva y ofensiva como el 4-2-3-1, 4-1-4-1 o 4-3-3. Usa un mediocentro posicional y ataca por las alas.
De forma interina, comparece Solari en el banquillo del Real Madrid. Su trayectoria en el Castilla, casi nunca acompañada de los resultados esperados, anuncia la llegada de un entrenador detallista y algo inmovilista respecto al sistema y filosofía que quiere implantar. Desde el punto de vista del dibujo, menos importante siempre que la idea, Solari mezcla estructuras similares e intercambiables en fase defensiva y ofensiva como son el 4-2-3-1, 4-1-4-1 o 4-3-3. Alterna en función del rival y la elección de jugadores que haga. Los conceptos futbolísticos, sin embargo, no difieren en ningún caso.
Plan en ataque
La intención de Solari es moldear equipos protagonistas con el balón que asuman el peso de los partidos. Desde la iniciación de la jugada, se aprecia este patrón. El Castilla, como siempre ha sido en la tradición de cantera del Madrid, opta por una salida en corto. El mediocentro posicional (este curso Jaume, Martín Calderón...) baja a recibir y se ofrece como el clásico ‘5’ argentino, buscando la asociación abierta con los laterales o pases por dentro en figuras más adelantadas. Pese a esta noble pretensión, el Castilla de Solari siempre ha carecido de cierta chispa para saltar líneas. Cuando supera los ochenta ataques posicionales por encuentro, según datos de InStat, esta cifra suele expresar su falta de éxito para desajustar la organización rival. El pasado fin de semana padeció esta contrariedad ante el entramado de tres centrales que dispuso el Fuenlabrada en el Di Stéfano (0-1). Los laterales se adjudican un papel trascendental. Solari arma muchos de sus ataques a través de sus desdoblamientos al extremo y rupturas y admira que tengan juego interior para crear superioridades en todos los perfiles. Achraf es uno de los futbolistas que más crecieron con él en su formación. Casi el 70% de las jugadas ofensivas transcurren por las bandas. Arriba acostumbra a jugar con un delantero, más dinámico que de área como es Cristo, destinado a generar espacios para las apariciones de otros jugadores desde atrás. El Castilla ha extrañado la presencia de un futbolista más de referencia al contar con laterales largos y extremos con capacidad para desbordar (De Frutos, el propio Vinicius...), que no disponían de opciones claras en la finalización.
Sistema defensivo
Solari ha soportado dificultades para encajar al Castilla. Esta campaña parecía haber encontrado el camino, tal y como constatan los números. Ha recibido ocho goles en diez partidos. Siguiendo ese promedio, hubiera encajado 30 a final de temporada (siete menos que en la 2017-18 y 17 menos que la 2016-17). La altura de los laterales complica el balance, mismo problema que sufre el primer equipo. En cuanto a su postura en el campo, Solari combina situaciones de posición de espera en mediocampo con momentos de presión más alta y agresiva.
La estrategia
Normalmente suma cinco hombres al remate y deja dos al rechace en acciones de balón parado. La mitad de los envíos buscan el punto de penalti y el 30% van dirigidos al primer palo. A veces un jugador parte del área pequeña para bloquear (Ayoub cumple esa función).
En el otro lado, sus equipos defienden de forma mixta. En los córners un futbolista se sitúa a la corta y uno de los centrales de mayor talla no tiene marca asignada para atacar los despejes. Sorprende la línea tan adelantada que coloca Solari en las faltas frontales o laterales, a unos dos metros de la semiluna del área.