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BARCELONA

Valverde inventa un Barça que sabe vivir sin Leo Messi

Esforzado, colectivo, que cambia su manera de defender al 4-1-4-1, su parcial sin el argentino en dos compromisos de máxima exigencia es de 7-1.

Ernesto Valverde.
Ernesto Valverde.Rodolfo MolinaDIARIO AS

Justo cuando pensó que no sobreviría a la lesión de Messi contra el Sevilla en una semana que amanecía temible, Valverde se ha inventado un Barça 2.0 que, primero, demuestra que tiene jugadores de altísimo nivel que en ocasiones viven demasiado a la sombra del argentino o prefieren dejarle a él la responsabilidad de resolver. Y segundo, que ha encontrado un equilibrio perfecto en el que han ayudado dos factores. El primero ya había sucedido con Messi. El Barça necesitaba un centrocampista más y ese era Arthur. El brasileño le hizo encontrar el equilibrio perdido y la lesión de Messi lo ha multiplicado por dos en defensa. Como admitió Piqué en la zona mixta después del partido, una de las únicas cosas buenas que tiene la ausencia del argentino es que el Barça añade un jugador que mejora el trabajo defensivo y que permite que el Barça se para de otra manera sin balón. Cuando Messi juega, el equipo defiende 4-4-2. Sin él, pasa a un 4-1-4-1 en el que se siente confortable y fuerte.

El resultado ha sido un 7-1 de parcial. El Barça ha perdido a su mejor goleador, al jugador que más dispara a puerta y al que más ocasiones crea. Nadie puede hacer de Messi. La solución era que cada jugador diera un paso adelante a nivel individual para mejorar el colectivo. Y eso ha pasado desde el central, Piqué, al delantero, Suárez, pasando por Busquets, Rakitic o los laterales, Alba y Sergi Roberto.

El Barça se ha convertido en más coral, su fútbol en el centro del campo ha sido muy reconocible en los últimos dos partidos. Su nivel de concentración y de actividad ha sido altísimo. Desde el partido de Wembley, Valverde parece haber dado con la tecla y el Barça parece haber ya cogido ya una velocidad de crucero. El técnico tiene ahora dos nuevos trabajos. Primero, que el azúcar no debilite a la plantilla y sufra un exceso de confianza. Y segundo, que Messi se suba a este tren que ayer se llevó por delante al Madrid.

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