El Deportivo acaba con el Reus en 38 segundos

El Deportivo continúa firme en la parte alta de la clasificación enganchado a su fortaleza en Riazor, donde prácticamente es intratable. Los coruñeses sellaron una nueva victoria ante un Reus que ya perdía antes del minuto de juego y que sólo apretó en el tramo final ya con el 2-0 en el marcador. Con el triunfo, los de Natxo ya suman 13 de 15 puntos en su estadio y alejan las pequeñas dudas el empate en Córdoba al recuperar su fútbol de presión y posesión en el que basan su identidad.

La primera duda que resolvió el Deportivo fue averiguar cómo afectaban las bajas y cómo se acoplarían las novedades de Natxo en el once: Somma, Caballo, Expósito y Pedro. Se resolvió en menos de un minuto, concretamente en 38 segundos, porque ese fue el tiempo que tardaron los coruñeses en castigar al Reus en una perfecta combinación de su frente de ataque. Pedro envió en profundidad, Quique asistió a Carlos, que en el área pequeña y desde el suelo abrió la lata de los tres centrales de Bartolo. El golpe fue pronto torbellino, aunque poco a poco el conjunto catalán se fue metiendo en el partido sin sufrir más daños a pesar de la superioridad local y buscando el empate desde la estrategia.

La inercia positiva del Reus en el último tramo del primer tiempo siguió en la reanudación. El balón ya no era sólo un patrimonio único del Deportivo, como en el primer tercio del encuentro. Claro que hay más elementos en el fútbol y algunos, como la calidad, muy importantes. Así nació el 2-0, en un preciso centro de Vicente que Gonzalo vio volar sobre su cabeza para caer en los pies de un Pedro que estaba unos centímetros adelantado. El alicantino, que volvía al once, controló perfectamente y después fusiló a Edgar.

Con el segundo tanto, Bartolo varió sus planes y realizó de golpe los tres cambios para dar entrada a Planas, Borja y Carbonell, abandonar la defensa de cinco y pasar a un 4-4-2. Sin embargo, las ocasiones seguían siendo coruñeses y Carlos tuvo el tercero en un cabezazo a placer a centro de Quique, pero su remate se fue al palo. Igual de solo estuvo poco después Juan Domínguez, pero su cabezazo fue más desviado todavía. La llegada del exdeportivista animó al Reus, que el tramo final logró llevar peligro sobre la meta de un Dani Giménez que tuvo que emplearse a fondo en un buen remate de Ortiz. Y ya sobre la bocina, agradecer a Linares que mandase a la playa de Riazor un remate franco cuando estaba solo.

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