La Comisión de Control, Ética y Disciplina de la UEFA ordenó que Rumanía juegue a puerta cerrada el próximo partido en el que actúe como local por comportamiento racista de sus aficionados en el encuentro de la Liga de Naciones disputado ante Serbia (0-0) el pasado día 14.
La UEFA anunció la decisión de su órgano disciplinario, que cierra el expediente abierto tras ese choque y que también decidió imponer dos multas a la Federación Rumana, una de 50.000 euros por la actitud racista de sus seguidores y otra de 23.000 euros por encendido de bengalas e invasión de campo.
Se abre procedimiento por el AEK-Bayern Además de esta resolución, la UEFA también confirmó este viernes la apertura de un procedimiento por incidentes en el partido de la Liga de Campeones AEK Atenas-Bayern Múnich (0-2) jugado el pasado día 23.
Lanzamiento de objetos, bloqueo de escaleras y encendido de bengalas son los cargos contra el conjunto griego sobre los que la Comisión de disciplina se pronunciará en su reunión del próximo 22 de noviembre.