Bale cumplirá ante el Viktoria Plzen su partido 200 con la camiseta del Madrid. El galés, el jugador más caro en la historia del club blanco, los alcanza en la Champions, competición en la que ha sido protagonista en tres de los cuatro títulos recientes: fue el autor del segundo gol en la final de 2014, transformó su penalti en la final de San Siro dos años después y ante el Liverpool salió del banquillo para completar un doblete formidable: una chilena y un obús que Karius se tragó y entró en su portería.
Sin embargo, desde que llegase hace ahora más de un lustro, siempre ha estado cuestionado. Sus continuas lesiones musculares y su rendimiento en partidos clave le han puesto en el foco de la crítica. Pero estadísticamente los números le ayudan algo. Ha participado en 153 goles: marcó 92 (0,46 goles por encuentro) y ha dado 61 asistencias (0,30 por partido). Pero su mayor problema ha sido por las lesiones: ha jugado sólo 14.882’ de los 27.420 minutos posibles, apenas el 54,3%. Este curso, de momento, se sostiene: lleva el 70% de los minutos jugados.
