Osasuna reduce su deuda hasta mínimos históricos: 7,1M€

En este trayecto, tras el descenso de 2014, se pasó de descubrir prácticas irregulares de sus anteriores dirigentes, pendientes de juicio por presuntos amaños de partidos y desvío de dinero, lo que disparó la deuda por impagos tributarios, a presentar las actuales cuentas, saldando además la deuda con la Hacienda de Navarra, gracias en buena parte al último ascenso a Primera División en 2016.

La junta directiva presidida por Luis Sabalza envió este viernes a sus socios compromisarios la documentación económica para la asamblea general del 3 de noviembre, en la que se presentará un beneficio de 8,6 millones de euros, después de impuestos, de la pasada temporada. La auditoría indica que, a 30 de junio de 2018, la deuda bruta ascendía a 21 millones de euros, muy lejos de los casi 84 millones de euros de 2014.

Sin embargo, tras la operación de la venta de la parcela situada junto al pabellón multiusos Navarra Arena, realizada en julio, la deuda bruta se redujo en 5,1 millones de euros para situarse en 15,9 millones. Además, el informe recoge que el fondo de maniobra, que refleja la diferencia entre las deudas a cobrar y a pagar a corto plazo, refleja tras muchos años de signo negativo, "números positivos por primera vez", subrayó Osasuna.

El presupuesto calculado para la actual temporada refleja una importante disminución de los ingresos debido a la ausencia de la ayuda al descenso, que el pasado año fue de 9,1 millones de euros, el descenso de los ingresos por televisión, que se reducen en 1,8 millones, y el menor beneficio procedente del traspaso de jugadores.

La reducción de ingresos hace que el presupuesto se sitúe en 19,4 millones, haciendo que los gastos se reduzcan hasta 19,1 millones, para presentar un beneficio de 0,3 millones de euros.