Rodrigo dispara al Atlético de Madrid y deprime al Villarreal

El fichaje de Rodrigo por parte del Atlético mejora su centro del campo mientras que el Villarreal, club que dejó, sufre por el centro.

Actualizado a 19 de octubre de 2018 06:04 CEST

Rodrigo realiza un ejercicio de propiocepción en un entrenamiento del Atlético este verano.

EI Villarreal-Atleti supondrá algo más que un volver a casa para Rodrigo: las dos caras de un efecto. Lo que a uno (Atlético) ha lanzado al otro (Villarreal) ha deprimido. Ni la salida de Forlán, ni la de Godín dejaron tan tocado al Villarreal. El club no encuentra su línea de juego y resultados: sufre, sobre todo, en el medio. Tras probar el rombo, se ha vuelto al doble pivote. El rombo sólo funcionó con Rodrigo como punta inferior: abarcaba el campo necesario y, a la vez, también manejaba el ritmo.

Al Villarreal le duele no tenerlo y el hueco que ha dejado. Bruno, llamado a ser su sustituto, está lesionado. Y también Javi Fuego, que lo mismo. Y el joven Casares, llamado a ser sucesor de ambos dos. Calleja debe apostar por la continuidad de un central como Mori o dar entrada a Iturra. Echa de menos a Rodrigo.

En el Atlético, nada más llegar, se pidió el dorsal 14, ese que dejaba Gabi, capitán e icono. “Si algo tengo que aprender es el liderazgo que conlleva llevar este número”, dijo en su presentación. Desde el primer entrenamiento sorprendió al Cholo por su físico. Rodrigo es uno de los fichajes que prácticamente han entrado nada más llegar: aunque aún pase la mili del Cholo (es su 11º más usado, 576’, 8 partidos) es todo fiabilidad al centro con un 91,95% de pases buenos. Jugador de Luis Enrique en su Selección, en el Atleti no es sólo Gabi, hace de Gabi y Tiago a la vez.

Hace unas semanas, Fernando Roig decía que allí, en el Metropolitano, veía a Rodrigo “igual, pero de rayado”, con un lacónico “así es la vida”. Mañana será la primera vez que Rodrigo vuelva a casa. Será rival.

Ganó la Copa juvenil con Calleja

Rodrigo, criado en la cantera rojiblanca desde infantil, abandonó el Atlético cuando era juvenil por una sentencia: “Eres bajito”. Y entonces lo era, “pegué el estirón más tarde”. La cantera del Villarreal fue su destino, llegó en juveniles... para formar parte de su mejor generación en los últimos años, ese que se alzó con el título de la Copa de Campeones en 2015. El entrenador era Calleja. En la 2016-17, Rodrigo jugaba su primera temporada en el primer equipo amarillo: 1.386 minutos, 31 partidos. La de su consagración fue la siguiente, la 2017-18, la pasada: 3.892 minutos, 47 partidos. Simeone apuntó su nombre, el pasado diciembre el Atleti ya negociaba su fichaje. En verano regresó a casa, al Cerro. Midiendo, por cierto, 1,91.