Gabriel Paulista: "Mi casa era de madera y se llenaba de agua cuando llovía"
El central del Valencia habló en Cope y desveló las penurias económicas que pasó cuando era un joven que soñaba con ser futbolista en Salvador de Bahia.
Gabriel Paulista ha mostrado su lado más humano en una entrevista en Cope Valencia. El central del Valencia contó los problemas económicos que tuvo su familia en su infancia. “Somos cinco hermanos. Yo fui el que menos sufrió. Siempre escucho las historias de mi madre. Eso me da fuerza para trabajar. Mis hermanos sufrieron mucho. Pasaron hambre, la casa no era buena, era de madera y cuando llovía se llenaba de agua”, dijo. “Mi madre luchaba para que yo comiera un buen desayuno antes de irme a entrenar”, comentó
Asimismo, relató su felicidad cuando tuvo sus primeras botas. ”Mis primeras botas fueron unas ‘Viola’, que era un jugador del Valencia. Cuando mi padre me las regaló, yo me las ponía para dormir, ir a la escuela. Fue una gran felicidad tener este regalo. Jugaba hasta dentro de casa y rompía todo. Duraron mucho, al final estaban rotas pero tenía que jugar con ellas porque mi madre no podía regalarme otras”, relató.
Conforme fue avanzando en el fútbol pudo mejorar su vida y la de su familia. “Con 18 años salí de casa y fui a jugar a Salvador de Bahía. Ahí hice una prueba durante tres meses para jugar en el Vitoria y cuando firmé mi primer contrato fui corriendo a coger el teléfono y llamé a mi madre. Le dije que su vida iba a cambiar. Ahí jugué cinco años pero seguimos en la misma casa porque no tenía como para comprar una casa”, explicó.
”Cuando el Villarreal me fichó, reformé la casa de mi madre y se quedó muy bonita Ya cuando fiché por el Arsenal le compré una casa nueva. Es un sueño poder ayudar a la familia. Otros amigos intentaron hacer el mismo camino que yo, otros fueron por caminos malos y eso me pone muy triste”, señaló el defensa carioca
Sobre la actualidad del Valencia, Paulista dijo que ”estoy muy feliz porque estamos haciendo una buena temporada en la parte defensiva. Estamos mejor, más expeditivos”. ”¡Claro que había una ansiedad de querer llegar a la portería y meter gol! Y fallábamos pero es normal, es fútbol. Ya nos hemos quitado esa ansiedad y pensar en el próximo partido que tenemos que ganar”, añadió.
Por último, Paulista desveló su forma de ser en el vestuario. “Yo soy así. En el vestuario yo hago bromas con todos. Todos iguales. Pero dentro del campo, si uno no está corriendo, yo me pongo... ¡tenemos que correr, pelear a cada minuto! Todos me entienden lo que quiero decir: podemos ganar, podemos llegar…”, terminó.
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