Riazor, un rodillo a base de solidez y control del balón
El Deportivo está mostrándose muy superior como local, con una media del 57 por ciento de posesión y permitiendo dos remates por partido.
Diez puntos de doce posibles. Esa ha sido hasta ahora la carta de presentación del Deportivo en Riazor en su regreso a Segunda División. Los resultados, lo que en definitiva marca la diferencia, están dejando patente la superioridad blanquiazul en su feudo. Pero, más que el fondo, son las formas de esa producción las que están devolviendo la esperanza a la afición deportivista y colocan al conjunto de Natxo González como un firme candidato al ascenso.
Por resumir, el Depor apenas le da opción a los rivales que visitan A Coruña. Riazor se ha convertido un rodillo en el que los equipos visitantes se pasan más tiempo persiguiendo sombras que tratando de llevar peligro a la portería de Dani Giménez. Así lo reflejan los datos de posesión del rival, que no alcanza el 43 por ciento de media. Sólo el Granada se fue por encima del 46%, mientras que los deportivistas fueron dueños del balón el 60% del tiempo ante Sporting y Elche.
Esa posesión tiene efectos en ambas áreas. Como arma, con un promedio de seis remates a puerta por encuentro, pero también como escudo. El manejo de la pelota es también la mejor manera de defender para los de Natxo, que apenas permiten dos disparos por partido entre los tres palos. El mejor registro fue ante los asturianos, que ni probaron al meta gallego. El Elche sólo remató una vez. Esto se traduce en ocho goles a favor y dos en contra.
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