El Numancia no permite la revancha del Zaragoza
El conjunto aragonés acumula una racha de cinco partidos sin ganar. Viguera dio la victoria al transformar un penalti por mano de Grippo.
El Numancia sigue puntuando en Soria. Esta vez a costa de un Zaragoza que alcanza los cinco partidos sin ganar, que se mete en problemas y todo por un penalti que transformó Viguera tras mano de Grippo dentro del área. Pese a las ‘ganas’ que tenían los de Idiakez al Numancia por ser el equipo que les dejó a las puertas de jugar la final por el ascenso la temporada pasada, no pudieron con los de López Garai. El partido en la primera mitad fue dinámico, sin ocasiones, pero con juego. Es cierto que los porteros apenas intervinieron, pero pese a la ausencia de ocasiones claras, el público disfrutó. El Zaragoza jugó con su sistema habitual de rombo. Tanto Javi Ros como Igbekeme jugaban yéndose al centro del campo, facilitando la subida de sus dos laterales aunque sin peligro aparente. Verdasca no llegó a un balón centrado por poco y Dani Calvo en el área contraria remató fuera de cabeza.
Hasta seis saques de esquina tuvieron los sorianos pero no se aprovecharon de la circunstancia. Cinco de ellos fueron sacados al primer palo y a media altura, facilitando que el hombre del postes despejara y evitara males mayores. Mientras el juego del Numancia era de posesión, más vertical que anteriores partidos y con Luis Valcarce motivado, subiendo y recuperando bien la posición, el Zaragoza tenía a Javi Ros organizando el juego, incluidos desplazamientos de balón de treinta metros para pillar a la defensa soriana pero siempre estaban en su sitio. La mala noticia para el Numancia fue la lesión de Unai Medina, obligando a López Garai a mover banquillo antes de tiempo y saliendo Nacho, con bastante más profundidad en el ataque pero sin fortuna. Con el resultado inicial se llegó al descanso.
Tras el descanso Idiakez movió sistema. Dio entrada a Aguirre ganando profundidad por banda derecha pero cambiando el centro del campo. Sus jugadores abandonaron el rombo por jugar en línea. Con todo, el juego seguía siendo buscar la velocidad de Pombo. En el Numancia malas noticias ya que además de Medina, Oyarzun se tuvo que retirar lesionado. El jugador no estaba fino y aguantó en el campo de más. Viguera ocupó la posición de interior. Diamanká era de los mejores en lo suyo, robando y distribuyendo, incluso tuvo la oportunidad más clara. Se plantó sólo delante de Cristian Álvarez pero disparo fuerte y al centro. Las ocasiones de ambos equipos brillaban por su ausencia. Las líneas de ambos equipos que tan juntas estaban en la primera mitad se ampliaron, aumentaron metros pero nada más. Para hacer goles hay que generar ocasiones y estas llegan de jugadas, de tener conexión entre media punta e interiores con el delantero. Algo que no se vio en este partido. Y cuando todo el pescado parecía vendido, Mateu recibió dentro del área, recortó y el árbitro pitó penalti por mano de Grippo. Viguera se armó de valor, estaba confiado y marcó a la derecha de Cristian. Los sorianos volvieron a derrotar a un Zaragoza que ya alcanza las cinco jornadas sin ganar.