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GRUPO 4 | CROACIA 0-INGLATERRA 0

Fue empate y ganó España

Croacia e Inglaterra se anularon en Rijeka. La Roja estará en la Final Four si gana el lunes a los ingleses. Dier y Kane, al palo. Flojo Modric.

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Fue empate y ganó España
CARL RECINEAction Images via Reuters

España fue la gran favorecida del empate entre croatas e ingleses que deja a ambas a expensas de lo que el equipo de Luis Enrique sea capaz de hacer el lunes ante Inglaterra en el Villamarín. Una victoria española certificará su clasificación matemática para la Final Four. Sin más que discutir en el grupo.

El partido entre los aspirantes tuvo poco brillo y mucho atasco. Inglaterra tenía claro su plan y cerca estuvo de ejecutarlo con precisión. Southgate varió su dibujo de tres centrales por uno con cuatro defensas que añadió a Rashford al once inicial, aunque no alteró el librillo. Un equipo físico, duro en el choque, intenso en mediocampo, capaz de complicar a cualquiera que, como Croacia, apuesta por el balón.

Cuanto más quiso iniciar el juego el conjunto croata, más asfixiante fue la presión sobre sus cerebros. Dier se pegaba a Modric, Henderson a Rakitic. A Croacia le costaba horrores mantener la posesión y ahí se diluyeron buena parte de sus opciones. El césped tampoco acompañó. El balón fue como un conejo, incontrolable incluso para gente del nivel técnico de Modric.

Tácticamente el partido fue muy rico, aunque poco vistoso. La presión de ambos convirtió el mediocampo en un centro comercial el primer día de rebajas. En ese atasco se sentía más cómoda Inglaterra, aunque, como en el Mundial, sus mejores jugadores -Rashford, Sterling, Kane- se dedicaron más a estorbar que a inventar. Sus opciones estaban a balón parado y así estuvo a punto de adelantar Dier a los ingleses al borde del descanso. Le palo escupió su remate.

Croacia quiso meter electricidad al partido, pero le costó. El paso de los minutos sí abrió algo más el melón y surgió la figura de Kramaric, que rondó la portería de Pickford más que ningún otro. Aún así, la sensación de peligro siguió siendo inglesa. A Rashford se le fueron dos manos a mano ante Livakovic por el buen hacer del portero y por el mal estado del césped, un desastre para un torneo así al igual que el hecho de que el partido se jugara a puerta cerrada. Debería haber sanciones más lógicas para las federaciones que jugar sin público y convertir aquello en un cementerio. Hasta el producto que trata de vender la UEFA con esta Liga de Naciones quedó deslucido por tan frío ambiente.

Otro que pudo marcar y se quedó con las ganas fue Kane. Un cabezazo suyo, también a balón parado, lo repelió el larguero en una nueva constatación de que si alguno mereció el gol fue el conjunto inglés. Pero no llegó. Ni con Sanchó llegó. La nueva joya del fútbol inglés dejó detalles en su debut que hacen presagiar un futuro espléndido, pero un presente que no alcanza para que Inglaterra amenace el lugar de España en la Final Four. O eso parece. El lunes se solventarán las dudas. Si España gana a los ingleses, estará ya entre los cuatro mejores de la Liga de Naciones. Ni tan mal.