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BARCELONA

Piqué: cinco errores seguidos le cuestan nueve puntos al Barça

Dos contra el Girona, la pifia contra el Leganés, una desatención haciendo el fuera de juego frente al Athletic y agacharse en Mestalla. Una racha nunca vista en el central.

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Piqué: cinco errores seguidos le cuestan nueve puntos al Barça

Aunque Piqué asegure que es “moda” decir que los goles del Barça son culpa suya, las imágenes son crudas y aunque el fútbol sea un deporte en equipo, el central sale en las fotos en cinco de los seis últimos goles que ha encajado Ter Stegen y que le han supuesto nada menos que nueve puntos a un equipo que fue un reloj en la pasada Liga y que destacó por su fútbol control y su rigor defensivo.

A saber, estos son los cinco errores de Piqué que le han supuesto nueve puntos al Barça. Stuani le robó la cartera en el 1-1 contra el Girona. En el segundo tiempo, tampoco estuvo rápido ante Portu, que le ganó en la carrera. Luego se desentendió del rechace, que llegó a Stuani; el 1-2. Contra el Leganés, cometió “un error muy grave” en palabras propias del central. No hace falta, pues, recrearse en que, en un increíble apagón, entregó un balón a Óscar que significó el 2-1. En el partido ante el Athletic, Piqué perdió la concentración y mientras el resto de la defensa adelantaba la línea, se quedó enganchando. Así, habilitó la posición de De Marcos, que fusiló a Ter Stegen. Su extraño gesto en Valencia, agachándose en una acción en la que el portero no podía salir tras el toque de Vermaelen y no podía saber qué estaba pasando detrás, completa un repóquer de errores encadenados que le han costado una barbaridad de puntos.

El 2-1 del Leganés, de los peores de su carrera

Piqué: cinco errores seguidos le cuestan nueve puntos al Barça

Es obvio que ni cinco errores encadenados, algo nunca visto en Piqué, ponen en cuestión una carrera memorable en la que el central ha ganado todo. Sin embargo, sus errores son el mayor síntoma de inestabilidad en un equipo que defiende peor que el año pasado, tiene a su otro central lesionado y no tiene claro si el primer suplente es Lenglet, aún tierno, o Vermaelen, propenso a las lesiones. Piqué atacó a sus críticos (“hay gente que me espera en Madrid y Barcelona y me tienen ganas. Que salgan de la cueva y les toque un poquito el sol”), pero él mismo dejó una coletilla al final de esa reflexión en la que admite sus errores: “Porque esto va a cambiar”. Esté mejor o peor físicamente, lo cierto es que, en otras ocasiones, una cobertura de un defensa o una parada de Ter Stegen limpia un problema. Esta vez, todos los errores han señalado a Piqué.

Piqué asegura que físicamente está bien y no lamenta que no esté entrando en las rotaciones por ser el único central derecho. De hecho, siempre se ha mostrado partidario de rodarse jugando partidos y competir para coger la forma. Piqué, además, ha admitido en más de una ocasión que los inicios de temporada le producen cierta falta de motivación y sólo cuando huele los títulos o los partidos decisivos consigue activarse al cien por cien. Es posible. Para él, marcharse de la Selección ha podido tener un punto positivo: el descanso. Pero también un punto negativo. No jugar partidos de élite favorece su desatención. Es obvio que Piqué es mucho más que un futbolista. Es empresario, productor, creador de medios de comunicación propios. Su vida es envidiable por activa y con mil retos. El fútbol, obviamente, no es el único.

Nombrado tercer capitán al inicio de temporada, Piqué está responsabilizado y comprometido con el proyecto pese al episodio de “La Decisión” de Griezmann que molestó al club por lo que Bartomeu consideró una falta de respeto al aficionado que estaba en ascuas por saber si el francés vestiría de azulgrana y al club, que según algunas fuentes tenía incluso a un empleado de los servicios jurídicos para terminar de firmar los contratos con Griezmann si daba su sí al Barça. Piqué está en orden con directiva, cuerpo técnico y plantilla, pero en cuatro partidos le han sorprendido cinco errores. Él cree tener la situación bajo control y sus cualidades, como su carrera deportiva, están fuera de duda. Pero le esperan tres exámenes rotundos: Sevilla, Inter y Real Madrid. Es uno de los parones más importantes que ha tenido en su carrera para saber dónde está exactamente uno de los centrales más influyentes de fútbol mundial en la última década.