VALENCIA
El Valencia aguantó en Old Trafford; recorrió 104 kilómetros
El Valencia regresa de Manchester consciente de la importancia que tiene el punto sumado de cara a pelear el pase a los octavos de final de la Champions.
Pogba fue uno de los pocos futbolistas del Manchester que recorrió el pasillo de la zona mixta de Old Trafford. Él, Fellaini, Lukaku, De Gea y un Juan Mata que se acercó a saludar a la prensa española. Pocos más. "He's my brother" (Es mi hermano), comentaba un sorprendentemente sonriente pese al empate Pogba. Se refería a Kondogbia, que en ese instante daba sus explicaciones a los medios.
"Volver a casa con este punto, que es importante (...) Hicimos un partido completo, no es fácil empatar aquí, el Manchester tiene futbolistas de primerísimo nivel", comentaba el centrocampista francés. En la mísma línea relató sus vivencias sobre el encuentro José Luis Gayà. "No es fácil lo que hemos hecho, el Manchester es un equipo muy físico", comentaba el lateral.
Precisamente en zona mixta se produjo un 'reencuentro' que, a un metro vista, evidenciaba el esfuerzo realizado. Mientras hablaba Gayà (172 céntímetros; 64 kilos) por detrás suyo pasó Lukaku (191 centímetros, 95 kilos). El fútbol no es boxeo, aunque algo (bastante) contacto físico hay y el Valencia no bajó en ningún momento la guardia.
El Valencia le jugó, con sus armas, de tú a tú al Manchester en su feudo (51% de posesión inglesa por un 49% de los valencianistas) y demostró que su preparación física es de Champions (104.4 kilómetros recorridos entre los 14 futbolistas que actuaron, cinco más que los de José Mourinho. El Valencia tuvo un acierto en el pase del 84% (451 realizó), lo que le permitió que fueran contadas las ocasiones en las que el United pilló a Ezequiel Garay o Gabriel Paulista fuera de sitio.
"Un United sin inspiración estuvo en poder del Valencia", recoge en su crónica el diario 'I' de Manchester, que critica el juego insípido de los de Mourinho "Sin gol, sin imaginación, sin dirección". Old Trafford amaneció el miércoles con cielo encapotado, gris, como el juego de los suyos, como el futuro de Mourinho salvo giro de rumbo, aunque la sonrisa de Pogba y su "he's my brother" lleve a intuir que no es algo que le preocupa a la estrella francesa.
