La Real de Garitano no termina de arrancar, pero no peligra
En el Consejo de la Real Sociedad hay preocupación, pero están tranquilos y siguen confiando en el trabajo que se hace en Zubieta.
El proyecto de Asier Garitano en la Real Sociedad no termina de arrancar. No se puede negar trabajo, buena voluntad y honestidad al entrenador de Bergara, pero no está consiguiendo que sus ideas se vean reflejadas sobre el terreno de juego. No tanto por los resultados, que esos dentro de lo malo, le sitúan en una zona media de la tabla que teniendo en cuenta que se trata de proyecto nuevo, no se puede considerar un mal inicio, ni mucho menos. El problema está en las sensaciones que transmite el equipo, que se sitúa lejos del equipo fiable que se esperaba lograse Garitano con su llegada a San Sebastián.
Con todo, y teniendo en cuenta todo lo dicho anteriormente, la realidad es que no se puede pensar que este proyecto pueda peligrar en la Real. Dentro del Consejo de Administración, como es lógico, hay preocupación por los dos últimos resultados en casa (solo un punto de seis posibles), pero también se intenta transmitir tranquilidad y confianza en el arduo y concienzudo trabajo que está realizando en Zubieta por todo el cuerpo técnico. Lo mismo considera la Dirección de Fútbol, con Roberto Olabe a la cabeza, que cree que en un mes este equipo debe evolucionar, porque el trabajo que se realiza va encaminado a esa mejoría. Olabe estuvo este domingo viendo, por cierto, viendo el triunfo del Sanse en Zubieta, pero curiosamente no con Garitano, sino con Ruben de la Barrera, el ayudante que el vitoriano trajo de la Cultural, porque es de su entera confianza al coincidir juntos en la Academia Aspire.
Los ocho puntos que tiene la Real de Garitano son menos de los que se pensaba que tendría a estar alturas de temporada. Pero se considera una buena base sobre la crecer, un crecimiento en el que cree firmemente el entrenador de Bergara, que nunca ha ocultado que implantar sus ideas, radicalmente diferentes a las que se han trabajado en Zubieta los últimos años, le iba a costar más de lo que muchos pensaban. Y siempre ha pedido paciencia en ese sentido. Pero nunca ha ocultado que su estilo era diferente y que eso también requiere de una adaptación. De todos. Lo que ocurre es que, por el momento, sus ideas no se ven del todo reflejadas sobre el césped, salvo a ratitos que en general no resulta suficiente. La conclusión es una Real, por ahora, demasiado vulnerable, que está más cómoda jugando fuera que como local, por la forma de jugar de su entrenador, porque sufre cuando debe llevar el peso del partido, algo extraño teniendo en cuenta la plantilla que tiene.
Muchos en el entorno realista no terminan de entender cómo la Real no quiere se más protagonista con el balón con jugadores como Illarramendi, Pardo, Merino, Zubeldia y Zurutuza. De momento, las aguas no bajan muy revueltas en San Sebastián, pero no hay duda que el Derbi vasco del viernes se antoja clave para que Garitano tenga más tranquilidad para seguir imponiendo su estilo o para que su puesto esté más en entredicho. Aunque salvo catástrofe de dimensiones bíblicas, descarten cualquier medida drástica esta semana. Nadie en el club piensa en ello. Pero Bilbao tiene la llave de la tranquilidad en San Sebastián.
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