Giménez levantó un muro
Despejó nueve balones de cabeza y anuló a Karim Benzema y a Marco Asensio. La afición suspira por su dupla con Lucas.
"Conociendo a Giménez, tengo muchas sensaciones positivas de que va a estar contra el Madrid”. Y vaya si estuvo. Simeone era optimista el martes, cuando el uruguayo dejó a medias el partido ante el Huesca por unas molestias, y su futbolista respondió. Se plantó en el Bernabéu y levantó un muro. Benzema se hizo pequeñito ante el charrúa, a quien tanto le da lanzarse en plancha a tapar un remate que saltar en vertical para despejar cada centro al área. Asensio es una bala, pero cuando Giménez le midió en la carrera pareció uno más. Por arriba y por abajo, fue el mejor aliado en el Bernabéu para Juanfran, Godín y Oblak. Si el partido acabó 0-0, él tuvo gran parte de culpa.
Los 20 balones colgados al área no fueron suficiente pólvora para el Madrid. “En un derbi de este estilo tiene que jugar mucho la cabeza”, analizaba Giménez en la previa del encuentro. Seguramente el defensa se refería a lo mental, a lo anímico, pero en su caso literalmente jugó mucho la cabeza. Realizó nueve testarazos para achicar balones colgados desde todas partes, más que nadie. Y además un remate bloqueado y otras seis recuperaciones. Se le vio especialmente hábil para corregir el regalo que le hizo Godín a Asensio: cuando el balear salió lanzado y se veía ante Oblak, llegó Giménez raudo al cruce. Tampoco con balones rasos lo superó el equipo de Lopetegui.
Y las redes ardieron con cada acción del uruguayo. Por parte rojiblanca, jaleando a su futbolista, que lo siente como uno de los suyos: es su sexta temporada en el Atleti, pese a tener sólo 23 años. Por la parte blanca, porque recordaban que Giménez ha estado en la agenda del Madrid más de un verano. Por lo que pudiera pasar, el Atlético le renovó hasta 2023 y le puso una cláusula de 120 millones. La afición saliva pensando en esa dupla con Lucas para una década...
Este año, Giménez ha entrado poco a poco en el equipo. Sin ir más lejos, en la Supercopa de Europa fue titular Savic y él no entró hasta el minuto 109. Su primera titularidad fue en Vigo y acabó llorando por la derrota. En Mónaco repitió en el once y marcó, cómo no, de cabeza. Lucas le hizo confesar en público el porqué: los calzoncillos de la selección francesa que le había regalado y que estrenó aquella noche. Ya son talismán. Ayer no vio puerta, pero levantó un muro.
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