Un sólido Nápoles se confirmó la segunda fuerza de la Serie A arrollando 3-0 al recién ascendido Parma en el San Paolo. Los ‘titularísimos’ de Sarri ya son un recuerdo: Ancelotti hasta cambió a nueve jugadores respecto al enfrentamiento ante el Torino, pero apenas se notó. El equipo, como el pasado domingo, dominó el partido desde el principio y lo rompió enseguida, con una gran jugada armada por Fabián y terminada por Insigne, que marcó su quinto tanto de esta temporada. Milik había firmado la asistencia, y en la reanudación remató la faena con un doblete: el primero lo marcó con un zurdazo desde fuera del área, recibiendo un pase del propio Insigne, el segundo empujando entre palos un centro raso de Verdi. Los sureños mantuvieron, así, los tres puntos de distancia con la Juventus, a la que visitarán el próximo sábado.
Tras semanas de polémicas y malos resultados llegó por fin una sonrisa para el Roma, que arrolló 4-0 al Frosinone en el Olímpico. Dos golazos, de Ünder y Pastore, pusieron el partido cuesta abajo: el turco se deshizo de tres rivales y con un zurdazo le dobló las manos a Sportiello, el argentino convirtió en gol un centro de Santon con otro taconazo. El Shaarawy, antes del descanso, y Kolarov en el tramo final, redondearon el marcador. No era un rival complejo, pero los de Di Francesco levantaron cabeza y ahora suman ocho puntos en seis partidos: el sábado en el derbi ante el Lazio, que marcha tercero, llegarán más respuestas. Decisivas, quizás, para el futuro del técnico.
En el resto de los partidos hubo dos empates a cero (Atalanta-Torino y Cagliari-Sampdoria) y una victoria del Genova sobre el Chievo, con goles de Pandev y del imparable Piatek. El rendimiento del polaco es sencillamente increíble: seis dianas en cinco partidos de Serie A, diez en los seis enfrentamientos oficiales de este curso.