Vinicius no se arruga
Brilló en sus estrenos en Brasil, sorprendió con su descaro en verano con el Madrid, ha sido protagonista en el Castilla y podría debutar ante el Espanyol.
Habiendo sólo una oportunidad para una buena primera impresión, en Vinicius se distingue la habilidad de aprovecharla. Lo hizo en Brasil, siendo aún casi un niño, y lo ha hecho en España, ya adolescente. Este sábado, después de ser convocado por Lopetegui para el partido contra el Espanyol, podría tener otro reto para demostrarlo.
Dos goles en tres debuts en Brasil
Su estreno en el Brasileirão, en 2017, siendo aún menor de edad, no dio para mucho. Aquellos ocho minutos fueron soltar a un niño en un parque de atracciones y mandarle a casa nada más bajarse de la primera montaña rusa. Pero Vinicius siguió progresando, no perdió las ganas de divertirse y unos meses después también debutó en la Copa Sudamericana: 18 minutos le bastaron para marcar su primer gol, el fin de fiesta perfecto en la manita del Flamengo al Palestino. Este 2018 le llegó el premio de la Libertadores, el tipo de competición que reduce a la nada los proyectos de estrella que no llegarán a serlo. Donde muchos se sienten perdidos en un desierto, Vinicius jugó como en el jardín de casa: salió a falta de 23 minutos y le dio la vuelta al marcador con un doblete contra Emelec, consiguiendo la primera victoria fuera de casa del Fla en el torneo desde 2014.
Gustando en el Madrid y destacando en el Castilla
Con los 18 y la mayoría de edad se fue de casa para seguir creciendo. Ese viaje le cargaba de presión, pues jugar en el Madrid y agradar se puede volver tan complicado como acertar con el regalo a un millonario. Pero las amenazas de fiasco empezaron resbalando por Vinicius, que participó en los cuatro partidos de la pretemporada (163 minutos) gustando, asistiendo y mostrando algunos de sus trucos. Con esa tarjeta de presentación, sorprendió que Lopetegui no le sacase ni en la Supercopa de Europa ni frente al Getafe, como luego que dejara de convocarle y le relegase al Castilla.
El bajón, a juzgar por su fútbol, no lo fue para Vinicius, que también empezó con buen pie en el equipo de Solari, con tres goles en tres partidos y la evidencia de que la Segunda B se le queda diminuta. Todo eso regado con sus diabluras en los entrenamientos, donde ha asombrado a sus compañeros de entre semana, que este sábado, tras entrar en la lista para el Espanyol, también podrían serlo de fin de semana. Se acerca el momento, quizá otro más en el que Vinicius demuestre que no se arruga.
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