La afición del Manchester City da la espalda a la Champions
Más de un cuarto del aforo del Etihad quedó vacío contra el Lyon y el público silbó una vez más el himno de la competición estrella de la UEFA.
A la afición del Manchester City no terminan de seducirle los partidos de Champions. Su falta de tradición en el torneo y los encontronazos del club con la UEFA en los últimos años provocan una indiferencia que se deja notar en el Etihad Stadium. El pasado miércoles apenas se cubrió el 73% del aforo con los 40.111 aficionados que acudieron al partido contra el Olympique de Lyon en el que los de Pep Guardiola cayeron 1-2.
Fue la asistencia más baja desde la fase de grupos de hace dos temporadas, cuando 30.270 seguidores acudieron a un encuentro que el día anterior había tenido que suspenderse por la lluvia. El anterior precedente, sin contar previas, fue contra la Roma en septiembre de 2014 (37.509). Cualquier partido de Premier en el recinto skyblue supera sin problemas los 50.000 espectadores, una cifra que en Europa la temporada pasada solo se consiguió rebasar con la visita del Liverpool en la vuelta de cuartos de final. En las tres temporadas anteriores a la presente, solo un partido de la liga inglesa no fue capaz de alcanzar esa barrera: 49.108 espectadores acudieron a ver el City-Everton en la segunda jornada del año pasado.
"La historia de un club se construye durante unos 40 ó 50 años y lleva tiempo", comenta al Daily Mail Joey Barton, exjugador skyblue entre 2003 y 2007, antes de que el Manchester City comenzara su ambicioso proyecto tras la llegada del jeque Mansour. Fuentes internas del club comentaron al diario británico que la asistencia de público contra el Lyon fue "vergonzosa, negativa. Los jugadores deben de pensar que a los aficionados les da igual".
La desafección de la hinchada citizen responde también a otras razones más allá de la falta de costumbre. El club y sus seguidores han tenido en los últimos años varios encontronazos con la UEFA que han provocado que el majestuoso himno de la Champions sea pitado en el Etihad. Una de las causas de esa fricción radica en el fair play financiero. La afición del City considera que el reglamento económico es una concesión de la UEFA a los grandes clubes tradicionales para impedir el crecimiento de entidades como el City o también el PSG.
En la parte celeste de Manchester no gustó nada la sanción que, por saltarse el fair play financiero, la UEFA les impuso en 2014. Multa de 60 millones de euros, límite para fichar por valor de la misma cantidad y reducción de las fichas disponibles para inscribir jugadores. La afición se sintió agraviada por otra decisión de la confederación europea ese mismo año, cuando decretó el cierre del estadio del CSKA y no concedió que un cupo de seguidores del City pudiesen apoyar a su equipo en Moscú. Meses antes, unos cánticos racistas a Yayá Touré en ese mismo estadio se saldaron con un cierre parcial de grada, una decisión que en Manchester tomaron como insuficiente.
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