"Soy zaragocista y estoy en el sitio donde quiero estar"
Lasure, que se estrenó en Almería como goleador en el primer equipo, asegura sentirse valorado por el Real Zaragoza: "Estoy feliz de estar aquí y centrado al máximo".
—El sábado se estrenó como goleador con el primer equipo. ¿Tenía ganas?
—No es que tuviera ganas en concreto, pero sí que sirve para sumar. Obviamente, me gusta marcar, como a cualquier compañero. En este caso no sirvió para puntuar y eso es lo que me duele, que no sirviera para nada. A nivel individual es un refuerzo y siempre gusta.
—¿Cómo se encuentra físicamente después de esa lesión que tuvo durante la pretemporada?
—Cada vez me voy encontrando mejor. Creo que siempre hay un margen de mejora y que no estoy ni mucho menos en mi mejor momento, pero poco a poco me encuentro cada vez mejor y con mejores sensaciones, tanto en el aspecto físico como con balón. Es cuestión de tiempo alcanzar el máximo rendimiento.
—¿Y mentalmente cómo está después de lo que pasó el último día de mercado?
—Ahora mismo me encuentro perfecto. En su momento claro que pasas nervios porque no sabes lo que va a pasar, pero ahora mismo estoy centrado en el Real Zaragoza, que es el sitio donde quiero estar. Estoy feliz de estar aquí y centrado al máximo.
—¿Entendió las críticas por parte de la afición?
—Hay que escuchar a todo el mundo. Yo soy zaragocista, siempre lo he sido y siempre lo he expresado así. Independientemente de lo que se pueda decir, ya digo que yo siento que estoy donde quiero estar.
—¿Qué le decían los compañeros más cercanos en ese momento?
—La verdad es que no hablé demasiado con los compañeros porque fue todo muy deprisa. La misma mañana que se iba a cerrar el mercado fue el último entrenamiento que hicimos aquí antes del partido del día siguiente y no tuve la ocasión de hablar demasiado con los compañeros. Hablé más con mi familia y mi entorno.
—¿Cree que esa oferta que recibió de un Primera puede hacer que el club le presente una mejor oferta de renovación?
—Yo ahora mismo me siento valorado en la situación que tengo, estoy a gusto aquí y creo que no es determinante el hecho de tener una oferta de Primera División, ya que me sentía valorado antes y me siento valorado ahora. Me siento en la misma situación, tanto económica como deportiva, y estoy feliz aquí.
—¿Qué valoración hacen de la derrota del otro día?
—Nos dolió perder porque ya se vio que hasta el último minuto llevábamos mentalidad de ganar.
—¿Esa mentalidad ganadora es una directriz del entrenador o sale de los propios jugadores?
—Esa ambición de querer ganar todos los partidos y no darnos por vencidos parte de todos, tanto de lo que el entrenador quiere como de lo que nosotros queremos proponer en el campo.
—La derrota estuvo marcada por dos errores individuales. ¿Cómo ha visto a Grippo y Papu?
—Son dos errores individuales, pero fallamos todos. Papu comete el error de no pasarla, pero también podríamos haber estado mejor colocados el resto para robar el balón. En el caso de Grippo, después tiene la mala suerte de que le rebota. Aquí fallamos todos y cuando ganamos, ganamos todos. Yo les he visto bien y hay que resetear rápido porque el sábado tienes que volver a jugar un partido y no te puedes entretener en esas cosas.
—Dentro de esa ambición tan positiva, ¿no cree que el equipo se desordenó más de la cuenta tras el empate?
—Es lo que estoy comentando, que el partido se rompió más o menos en el minuto setenta. Creo que ambos equipos acusamos un poco el cansancio físico y eso hizo que el partido se volviese más de ida y vuelta, que hubiese menos orden táctico y allí entras un poco en el juego de que puedes ganar o puedes perder. Esta vez nos tocó a nosotros el lado negativo.
—Da la sensación de que a lo largo de la temporada se van a encontrar con rivales que jugarán de una forma similar al Almería. ¿Eso se supera buscando variantes tácticas?
—Sí, pero además de variantes tácticas, tenemos un montón de jugadores con un montón de posibilidades. Ningún equipo puede suponernos un problema a la hora de hacer un planteamiento táctico y poder ganarles. Cualquier equipo tiene sus armas, pero nosotros tenemos recursos de sobra para superar eso. Y también diferentes sistemas, ya que hemos jugado en rombo o en 4-3-3 y a todos nos adaptamos bien.
—Tras dos partidos seguidos fuera, regresan a La Romareda. ¿El hecho de jugar en casa tras una derrota les obliga más a ganar?
—Nosotros tenemos la obligación de ganar siempre, sea fuera de casa o en La Romareda, aunque es cierto que después de venir de una derrota sería importante para nosotros sumar tres puntos. Intentamos que La Romareda sea nuestro fortín y que el equipo que venga lo haga con miedo y sepa que va a tener que dar muchísimo para ganarnos.
—Hasta ahora el Zaragoza se ha llevado elogios de todos sus rivales. ¿Tiene la sensación de que ahora se les respeta más?
—Eso también lo pienso y se percibe cuando estás en el campo. Los rivales saben que tú vas a tener el balón y que puedes estar por encima de ellos claramente. La Romareda también a todo rival que viene le impone. Eso es bueno para nosotros, el hacernos fuertes en la categoría y que los equipos nos respeten.