Mariano se hace esperar
Segundo partido, segundo folio en blanco. Ni con la urgencia del marcador fue una opción en San Mamés para Lopetegui. Mientras, Benzema no tiró a puerta.
Lopetegui le mantiene la dieta a este madridismo hambriento de nuevas ilusiones. Con la salida de Cristiano, lo más apetecible era Vinicius, al que el técnico está cociendo a fuego lento en el Castilla. Meses después que el brasileño llegó Mariano, al que la afición también esperaba con ganas y al que Julen ha recibido con dos raciones de banquillo. Contra el Leganés su ausencia fue ampliamente comprendida, que el canterano casi no había terminado con los besos al escudo de su presentación, pero ante el Athletic la decisión chirrió más.
Su imagen en el banquillo emanaba incomodidad. Dejar otra vez a Mariano tanto tiempo ahí era mandarle a dormir a uno de esos hoteles japoneses con diminutas cápsulas como habitaciones. En un nicho así tuvo que esperar su turno el nuevo 7 del Madrid, una oportunidad que nunca le llegó a pesar de que los blancos fueron 1-0 primero y 1-1 después en San Mamés, y de que Benzema, al que se le acabó agotando la movilidad y las buenas ideas, ni tiró a puerta.
El francés, renacido en este principio de temporada, no ha sido relevado aún y es con Ramos y Carvajal uno de los intocables de Lopetegui. Pero frente al Athletic, ningún regate, ningún chut entre palos y ningún gol, flojeó. El guion del partido pedía un héroe que, con el Madrid falto de remate, más de uno y de dos imaginaron que sería Mariano, que no cuenta hasta tres para disparar y va a cada balón como si fuera el último. Pero Julen, que en la jornada anterior prefirió a Isco, Ceballos y Lucas Vázquez a él, en esta ocasión antepuso a Casemiro y de nuevo al malagueño y al gallego.
