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SEVILLA

Dinamarca se enfurece con su capitán, el sevillista Kjaer

Simon, líder de la rebelión contra su Federación por los derechos de imagen, está en el epicentro de las críticas de medios y aficionados.

Kjaer (izquierda), junto a Erikssen.
MATTHEW CHILDSREUTERS

La victoria ante Gales (3-0) provocó que amainara el conflicto entre los jugadores de la selección danesa y su Federación por culpa de los derechos de imagen, un asunto que no se ha cerrado aún y que deberá ser renegociado antes del nuevo parón internacional en octubre. En primera línea de todo ello volverá a estar el defensa del Sevilla Simon Kjaer, capitán y líder de los internacionales que se rebelaron para provocar que una selección amateur, integrada entre otros por varios miembros del equipo nacional de fútbol sala, tuviera que jugar y sucumbir ante Eslovaquia (3-0).

Kjaer se negó a "agradecer" al equipo de fútbol sala que defendiera el escudo danés y tanto varios medios como las redes sociales, que ya cargaban contra los futbolistas que no juegan por lo que consideran motivos económicos, han reabierto su furia. Sobre todo, contra el hombre que lleva la voz cantante, el defensa del Sevilla. Decenas de aficionados han pedido públicamente que no vuelva a vestir la camiseta del equipo de la Dinamita Roja con la etiqueta #IkkeMitLandshold (no es el equipo de mi país).

Este martes se conocía que Simon había citado a los jugadores de fútbol-sala para pedirles que no jugaran ante Eslovaquia. "Fuimos convocados por la Asociación de Jugadores. Escuchamos sus argumentos pero ellos tenían que entender también los nuestros", afirmó a BT Cristopher Haagh, portero de futsal. "Al jugar protegimos nuestros intereses, igual que Kjaer protege los suyos", añadió. El central nervionense debía de entrenarse ya este martes en Sevilla para preparar el encuentro del domingo ante el Getafe.