Buenas sensaciones y primera victoria del nuevo Granada
Merecido triunfo con goles de Adrián Ramos, que adelantó a los rojiblancos muy pronto, y Vadillo, que sentenció en la segunda parte ante un Osasuna sin pegada.
El Granada consiguió su primera victoria de la temporada ante un Osasuna con mucha presencia y nula pegada. Los rojiblancos volvieron a firmar un buen partido, esta vez sí cerrado, y a la tercera logran un primer triunfo que llega acompañado con la tercera jornada consecutiva invicto. Tras adelantarse muy pronto, supieron apuntillar el choque en el segundo tiempo y ofrecieron muy buenas sensaciones. Debutó Pozo saliendo desde el banquillo y el sevillano de 19 años promete dar grandes tardes a la afición granadina, al igual que un inconmensurable Vadillo, Fede Vico… y Adrián Ramos, recuperado para la causa con el gol que abría el marcador y un buen puñado de ocasiones generadas. En defensa, los de Martínez también se mostraron muy firmes, pese a tener delante a un buen rival.
Las cosas comenzaron muy bien para el Granada. Adrián Ramos había perdido la titularidad en beneficio de Rodri ante el Lugo, pero la lesión de éste recuperó al cafetero para el 11, y el ‘ex’ del Dortmund no estaba dispuesto a dejar pasar su oportunidad. En 10 minutos gozó de tres ocasiones claras, convirtiendo en gol la primera de ellas, tras una gran asistencia de Vadillo y mejor definición del colombiano, de tiro cruzado en posición algo escorada (7’). Tras el tanto, Ramos chutó alto por poco desde la frontal (10’) y cabeceó fuera un centro potente de Álex Martínez (12’), completando un primer cuarto de hora ilusionante del Granada.
El Osasuna quiso la pelota y la encontró en el tramo central del primer periodo, merced a la acumulación de efectivos en el medio, una defensa adelantada algo arriesgada y mucho juego combinativo. Los de Jagoba Arrasate no inquietaron a Rui Silva, pero sí rasearon mucho el cuero cerca del área, lo que generaba cierta inquietud en la grada. Sin embargo, más sensación de peligro ofrecían los rojiblancos en sus acometidas ofensivas, con mucha movilidad en sus tres hombres de la segunda línea –Puertas, Vico y Vadillo-, y una referencia motivada y motivante en punta, en la figura de Ramos.
De hecho, el primer acercamiento con cierto peligro de los navarros llegó a balón parado, con una falta peligrosa que Roberto Torres botó alta por poco (23’). Vadillo dio la réplica en el 27’, con otro libre directo que intentó marcar por abajo y que el arquero Rubén desvió a córner con ciertos problemas (27’). Y, de nuevo Ramos, demostró hambre en el 29’, con un disparo fuera desde el punto de penalti.
En el último cuarto de hora de la primera parte los de Arrasate adelantaron aún más sus líneas e intentaron asfixiar la salida de balón de los rojiblancos, que no llegaron a aprovecharse de los espacios a la contra. El Osasuna gozaría en el 39’ de su mejor opción para empatar, con un pase filtrado a Juan Villar que le permitió encarar con cierta ventaja a Rui Silva, pero el portugués estuvo perfecto y lo tapó lo suficiente como para que su disparo, ya forzado, se fuera desviado.
Cierto desasosiego por no ampliar la ventaja se instaló en la grada al descanso, en recuerdo de lo sucedido siete días antes frente al Lugo, aunque las sensaciones de los rojiblancos volvieron a ser buenas en general.
El último fichaje en llegar, la joven perla sevillista Alejandro Pozo, compareció al poco de iniciarse el segundo acto por Fede Vico, que no jugó al cien por cien por culpa de unas molestias físicas. El delantero dejó clara su calidad desde el principio aunque lo primero que vio, a los pocos segundos de entrar, fue una amarilla. Su ex compañero en el filial hispalense, Fede San Emeterio, también debutó en el primer tramo de la reanudación. Y Jagoba también movió el banquillo de cara a la última media hora, dando entrada a Brandon por Roberto Torres.
La entrada de Pozo fue determinante para ampliar la renta y devolver la tranquilidad a la grada. Tocó todos los balones y compareció eléctrico. Conectó de maravilla con Vadillo en el 60’ y el bético terminó provocando un claro penalti que él mismo se encargo de materializar desde los 11 metros.
Con 2-0, los granadinos no cayeron en la tentación de verse ganadores y redoblaron su esfuerzo físico para buscar el tercero y evitar por todos los medios que el Osasuna le generara opciones y pudiera acercarse en el electrónico. Lo hicieron muy bien, con intensidad y concentración, y eso la grada lo agradeció. La entrega de los locales gustó mucho a la hinchada, que ha necesitado apenas tres jornadas para ilusionarse con el mucho talento del equipo en la zona de ataque, aunque reprocha a los dirigentes contar con una plantilla quizá demasiado corta
Los navarros apenas tuvieron ocasión de acercarse en el marcador. Arrasate cambió de ariete introduciendo a David por Xisco, pero no surtió efecto, en gran parte por la buena labor de contención de unos rojiblancos que les permitieron poco. De hecho, en el último tramo consiguieron que se viera poco fútbol en las áreas y que el tiempo pasara sin consecuencias.
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