Joaquín es eterno

Joaquín Sánchez Rodríguez, tenía que ser él. 12 años hacía que el Betis no ganaba al Sevilla en su Villamarín y fue el futbolista portuense el que marcó el gol que pone fin a esa racha. Desde el banquillo, en los primeros minutos que jugaba esta temporada tras superar una lesión muscular y sin ritmo, pero con el espíritu de capitán, Joaquín le puso corazón precisamente en su derbi número 20, con el que igualaba el récord de Diego Rodríguez. Un gol que hace inmensamente feliz a la mitad verdiblanca de Sevilla.

El Sevilla llegaba debilitado por la banda izquierda y en esa herida decidió hurgar Setién colocando a Tello enfrente de Arana. El brasileño ha dejado muchas dudas en sus minutos oficiales de esta campaña y las confirmó en el inicio de partido, cuando el extremo catalán y Canales atacaron con mucho peligro. Ardía Heliópolis, que lo veía claro, sobre todo cuando Guardado puso a prueba a Vaclik en una llegada por el otro flanco.

Pero el Mudo Vázquez le dio la iniciativa al Sevilla. Paró la pelota entre líneas y creó el primer disparo peligroso, flojo pero ajustado, que detuvo Pau. Navas progresaba por la derecha sin encontrar a André Silva ni a Sarabia. Alguno casi remata un centro-chut de Arana...

Pero la más clara, un gol anulado de hecho, fue del Betis. Intervino con acierto el VAR: Canales, capaz de embocar un preciso centro de Guardado, estaba adelantado por centímetros. Y con la polémica resuelta se alcanzó el descanso de una primera parte tremendamente igualada.

El intenso calor apaciguaba los ánimos en el inicio de la segunda mitad sin que ningún equipo llegara de verdad arriba, salvo un cabezazo de Mercado tras un córner. Pero llegó la jugada clave. O las dos. La primera que Roque Mesa, demasiado revolucionado todo el partido, vio la segunda amarilla tras obstaculizar el saque de Pau López, que estuvo listísimo en la jugada. En este tipo de jugadas no hay VAR...

Y la segunda clave se llama Joaquín Sánchez Rodríguez. Un futbolista de 37 años, pero eterno. El portuense no había jugado todavía por unos problemas musculares y el Betis no había marcado todavía en Liga. El primer tanto, un tanto tan especial. Estaba escrito. Mandi centró al segundo palo y el capitán verdiblanco entró como una bala para llevar el éxtasis al Villamarín. Con uno menos, con dos al final por una lesión de Mercado, al Sevilla le pedirá cuentas ahora su afición. Así es el derbi más especial del Mundo.