Mayoral: el Sevilla duda de su fichaje por el enfado de la afición
La llegada de Borja Mayoral al Sevilla es una opción que gusta a todas las partes pero que parece que no se producirá por una cuestión de presión externa.
La llegada de Borja Mayoral al Sevilla es una opción que gusta a todas las partes pero que parece que finalmente no se producirá por una cuestión de presión externa. Que en el club gusta mucho el canterano blanco es algo innegable, como el propio Machín confirmó en Sala de Prensa: “Borja Mayoral es un buen futbolista. Claro que me gusta. Es muy apetecible, internacional en todas las categorías inferiores…”.
¿Dónde está el problema, entonces, si el Sevilla pretende el fichaje de un nueve, el jugador ve con buenos ojos el club y el Real Madrid está dispuesto a negociar una salida? Pues en que, según el Sevilla, Borja Mayoral llegaría a Nervión con la vitola de ser el segundo plato de Mariano, al que ya se veía en el Sánchez Pizjuán pero que finalmente ha recalado en un Real Madrid que ahora intenta colocar a Mayoral. Una simple cuestión de orgullo e imagen que, paradójicamente, puede lastrar deportivamente al primer equipo. Machín no ha dejado de pedir por activa y por pasiva la llegada de otro nueve de referencia. De momento, sólo llegó el portugués André Silva y además como cedido por el Milán.
Sin embargo, nada es descartable en este Sevilla tras un verano de turbulencias en el mercado. En estos momentos, se considera que la delantera está cerrada con las llegadas de Promes y Portu, teniendo que asumir Machín que el relevo de su delantero referencia, André Silva, es un nueve de unas características que no le cuadran demasiado en el sistema como es el caso de Ben Yedder.
Pero la situación puede dar un vuelco en las últimas horas del mercado, puesto que en Nervión están abiertos a todo tipo de salidas, que de producirse en la zona del ataque (se intenta colocar al colombiano Luis Muriel), provocaría una reacción en cadena que derivaría en una oferta formal por Borja Mayoral.
El jugador es del agrado del entrenador y de la dirección deportiva, pero genera dudas en los despachos porque la afición se pudiera volver en contra del palco si su rendimiento no es el esperado. Una situación complicada que en 24 horas tendrá su desenlace.
