Segundo empate del Granada, que no supo guardar su ventaja

El gol de Puertas en la primera parte no le bastó para llevarse los puntos ante el Lugo, que igualó en el tramo final por mediación de Lazo.

Actualizado a 26 de agosto de 2018 22:56 CEST

Segundo empate del Granada, que no supo guardar su ventaja

El Granada no pudo comenzar ganando en casa y suma su segundo empate seguido en otras tantas jornadas. Que no será fácil, ya lo saben todos los aficionados, pese a que frente al Lugo los de Diego Martínez hicieron un buen partido, aunque no le bastó para llevárselo porque no lo remató cuando lo tenía a su favor. El club nazarí se fue ganando al descanso con gol de Puertas y en el segundo tiempo parecían tener bien controlada la situación, pero los gallegos consiguieron anotar en una jugada que no parecía entrañar demasiado peligro, y pescaron así un punto que les supo a gloria.

De inicio, Diego Martínez realizó dos cambios con respecto al partido inaugural, dando galones en punta a Rodri en detrimento de Adrián Ramos, y dejando en el banquillo a Nico Aguirre para que entrara en su lugar Alberto Martín. Fede San Emeterio, recién llegado, se quedó de inicio en el banquillo, mientras que Pozo por el momento no ha podido ser inscrito a causa de problemas con el límite salarial. El Lugo, por su parte, compareció con dos puntas arriba, Cristian y Jona, y con la firme intención de dominar la posesión del cuero. Los gallegos estuvieron muy serios durante todo el choque.

El Granada quiso empezar apretando y mantuvo de inicio muy adelantada la línea de presión, lo que estuvo cerca de provocarle un susto nada más iniciarse el choque, cuando una pérdida de balón pudo ser aprovechada por Kravets, que disparó algo cruzado tras pisar el área en buena posición (4'). La réplica la dio Álex Martínez con la primera llegada rojiblanca, un centro desde la izquierda que generó algún problema a la zaga lucense, que acabó despejando (6').

Pese a las buenas intenciones iniciales, al Granada le costó hacerse dueño del partido en el primer cuarto. Jugando a más de 30 grados, el ritmo se resintió pronto y se volvió mucho más lento que en los primeros compases. Con todo, llegó la primera clara para los rojiblancos, con intervención de nuevo de Álex Martínez, quien la puso con la zurda al corazón del área para que Rodri cabeceara solo, por encima del arco (15'). Y más clara fue la siguiente, mucho más, pero el cabezazo de Montoro, también libre de marca, lo repelió Juan Carlos con una gran intervención. El centro, muy bueno, fue de Quini desde la derecha (19').

El portero del Lugo fue un seguro para su equipo. En el 25' desbarató otra clara de los locales, esta vez con una gran estirada para despejar a córner un disparo con mucha intención de Rodri. El gol empezaba a mascarse, el Granada tomó el control e iba progresivamente generando más peligro. Y, en efecto, llegó a la siguiente. Puertas robó el cuero en la medular y montó rápidamente la contra; se apoyó en Vico en la izquierda y el cordobés se la puso en bandeja, rasa, para que el propio Puertas solo tuviera que empujarla desde el punto de penalti (26').

El gol liberó de ansiedad a una afición local muy necesitada de volver a ilusionarse, tras dos fiascos seguidos bajo la propiedad china del club granadino. El Lugo no se achantó y quiso el empate antes del descanso. Lo rozó al poco, en el 34', cuando Cristian se encontró con la figura del arquero local Rui Silva, que desbarató un mano a mano clarísimo, después de quedarse solo el ariete delante del portugués. Las subidas por la derecha de Leuko y la movilidad de los hombres de arriba generó algún problema a la zaga de Diego Martínez, que no obstante volvió a ofrecer buenas prestaciones, logrando irse al descanso con victoria parcial y sin recibir goles.
La segunda parte comenzó con una mala noticia para el Granada, pues apenas a los 4' de la reanudación Rodri tuvo que marcharse lesionado, entrando en su lugar el cafetero Ramos. El Granada no quiso sustos, mostrándose muy presionante en la recuperación y con la firme intención de matar el choque cuanto antes. Pudo hacerlo Ramos al cuarto de hora de la reanudación, pero no impacto el cuero con nitidez dentro del área. Y dos minutos después, Vico tampoco acertó a centro de Vadillo. La doble 'V' del Granada, de la que se espera muchísimo, realizó un buen partido, como el resto del equipo rojiblanco, derrochando sacrificio, intención y talento ante un Lugo muy serio.

El Lugo quería, pero no podía. Pese a que nunca le perdió la cara al encuentro, el Granada lo maniató bien en la segunda parte y apenas gozó de opciones hasta el tramo final. Pero no mató el choque y lo acabó pagando caro. La zaga rojiblanca estuvo muy firme capitaneada por un Víctor Díaz reconvertido a central que realizó un buen partido, y con constantes ayudas de los centrocampistas. Pero esto se iba a romper a falta de un cuarto de hora, en una jugada por la izquierda del recién incorporado Lazo, que aprovechó un centro muy pasado del lateral Kravets, para engancharla y mandarla al fondo de la red (74'), ante el desasosiego de la grada, que ya veía cerca los tres puntos y vivía relativamente tranquila.

El empate abrió el partido, viviéndose unos últimos minutos muy tensos en los que los rojiblancos fueron presas de la precipitación en algunas acciones, amenazados por el cronómetro. Una galopada de Ramos por la izquierda acabó con centro al segundo palo y buena volea de Vadillo, que se fue fuera por poco (81'). El propio Ramos tendría la mejor para haber logrado el triunfo, pero su cabezazo se fue fuera en una acción que, además, se invalidó por fuera de juego. El Lugo supo guardar bien su renta de un punto y logró llegar a la orilla pese a que Diego Martínez lo intentó muy al final con otro delantero, tras dar entrada a Juancho.