La orquesta de Rubi tumba a un desarmado Valencia
El Espanyol hizo una segunda parte sublime, ayudado por el VAR en el 1-0 y con el estreno goleador de Borja Iglesias (2-0). Los ché, a merced de los pericos.
El Espanyol empezó el partido haciendo pruebas vocales y acabó dando un concierto pocas veces visto en Cornellà-El Prat. La orquesta de Rubi funcionó a las mil maravillas, desesperado Marcelino en el banquillo sin hallar soluciones a la avalancha de fútbol que le pasó por encima en la segunda parte, donde un remate de Diakhaby que sacó Granero en la línea de gol fue su única noticia en ataque antes del recital perico. Ni rastro tras el descanso de Rodrigo, frenado por Hermoso, ni de Parejo ni de Kondogbia, desubicados ante el arreón del Espanyol, que atacó con todo como si tuviese que remontar una eliminatoria. Marc Roca simbolizó el nuevo Espanyol, imperial distribuyendo y corrigiendo.
El VAR le dio al Espanyol el empujón que necesitaba. Corría el minuto 61 cuando una mano de Diakhaby, quien ya tenía una amarilla, fue castigada por falta en el borde del área. Granero la lanzó como la seda, el balón tocó el larguero, botó y salió fuera del arco. El VAR le dijo al árbitro que había entrado. No le pudo venir mejor ese impulso al Espanyol, que siguió jugando descamisado, con sus centrales en mediocampo, arriesgando en cada salida de balón. Y su vendaval fue imparable. Encontró el premio del segundo en un balón que ni Baptistao ni Darder lograron atinar, pero si Borja Iglesias. El Panda la cazó y la metió en la escuadra. Para eso han pagado diez millones los blanquiazules.
Antes de que llegara la tormenta, el Valencia había impuesto el ritmo. Desplegó su equipo en campo contrario y neutralizó el juego de posesión que quiere inculcar Rubi. No encontraban hombres libres los pericos, ni en Borja Iglesias, anulado por el debutante Diakhaby, con pinta de pívot de la NBA y no solo por sus dos manos en el partido, ni en Darder, menos participativo que Granero. Recuperaban fácil los de Marcelino y encontraban un agujero en el costado izquierdo del Espanyol. Así, entre el minuto 10 y el 20, Rodrigo tuvo el gol en su cabeza y en su bota derecha. Diego salvó a un Espanyol espeso. Mina, Soler, Wass y Rodrigo venían a recibir, creaban superioridades y ávidos en la presión ganaban sus duelos.
Pero el Espanyol confió en sus nuevas ideas. En el minuto 32, Javi López decidió jugar el balón con su portero pese a estar solo en mediocampo y tener a sus compañeros por delante. La grada silbó, aunque su equipo inició una jugada asociativa que acabó en córner. Arriesgaron en la salida y obtuvieron premio en ataque. Un minuto después, Sergio García estrelló un balón en el larguero y Borja Iglesias estuvo a punto de estrenarse, pero la milagrosa mano de Neto lo evitó. El VAR no dictaminó lo contrario. El Espanyol le había recuperado el pulso al partido y quedaba la segunda parte. Y qué segunda parte.
Tras el 2-0, Marcelino agitó el equipo. Recuperó la hegemonía, pero era demasiado tarde. El Espanyol supo saltar a la presión, uno a uno, e impidió que los ché encontraran su juego. Cornellà-El Prat acabó haciendo la ola y con gritos de "olé, olé". El Valencia se marchó cabizbajo, espectador de un Espanyol que promete esta temporada buenos conciertos.
Rubi: "Mi sueño se ha cumplido"
Marcelino: "El gol de Granero nos desorganizó"
Clasificación | PTS | PG | PE | PP |
---|
Próximos partidos |
---|
Clasificación | PTS | PG | PE | PP |
---|
Próximos partidos |
---|