Cristiano sigue sin gol
La Vecchia Signora se impuso a la Lazio con goles de Pjanic y Mandzukic. Cristiano gozó de dos buenas ocasiones: una que sacó Strakosha y otra que provocó el 2-0 local.
“La Serie A no es LaLiga, Cristiano no marcará 50 goles aquí”, repiten orgullosos en Italia, donde desde hace años se sostiene que a cualquier fenómeno, en los estadios del país de la bota, le costaría mucho más sumar dianas. De momento, al menos con exmadridista (que arrancó su aventura en España con dos goles en dos jornadas) están teniendo razón: el portugués, que esperaba imitar a Platini, Maradona y Ronaldo Nazario firmando su primer gol italiano en su segunda aparición, se quedó otra vez sin marcar en el 2-0 de su Juventus ante el Lazio.
Allegri sorprendió con su once, dejando fuera a Dybala y Douglas Costa y arrancando con Bernardeschi, Cristiano y Mandžukic. La presencia del croata hacía pensar en el luso en versión extremo, como en la segunda mitad ante el Chievo, pero durante largos tramos de la primera el exmadridista volvió a ejercer de delantero centro. No creó mucho peligro, enjaulado en la defensa de tres de los de Inzaghi (Wallace, Acerbi, Radu), pero de sus pies nació la jugada que rompió el partido en el 30’: abrió para Bernardeschi, cuyo centro fue rechazado por la defensa biancoceleste justo entre las botas de Pjanic, que con un zurdazo al primer toque no perdonó.
El intento de reacción del Lazio no le causó sustos a la Vecchia Signora, que administró su ventaja con tranquilidad hasta el descanso. La mejor oportunidad para los capitalinos le tocó a Luis Alberto, que recibió un regalo de la zaga rival y con una rosca desde fuera del área llegó a pocos centímetros del 1-0.
Allegri, instantes después, aumentó la imprevisibilidad de su delantera con Douglas Costa, en lugar de un cansado Bernardeschi, y Cristiano se despertó de repente: sacó de la nada un terrible latigazo que Strakosha desvió fuera, forzó y lanzó una falta (golpeó la barrera) y entró también en la jugada del segundo gol.
Cancelo centró desde la derecha y el meta laziale desvió el esférico, que Ronaldo solo pudo tocar con el tacón, desesperándose. Mandžukic, no obstante, apareció a sus espaldas y con una volea marcó el 2-0 a puerta vacía. Quedaba un cuarto de hora, pero la Vecchia Signora bajó el ritmo y decidió contentarse con el triunfo y sus seis puntos en dos jornadas, que no es poco. El gol de Cristiano ya llegará.