Plata de ley para España

No pudo ser. España se quedó a 90 minutos de la gloria. Japón, de nuevo Japón, se interpuso entre el Mundial y esta generación que seguirá siendo historia del fútbol español. La Rojita se quedó a las puertas de conseguir el primer Mundial del fútbol femenino español. Pero esta generación no tiene límites y más pronto que tarde volverá a dar alegrías a nuestro país.

España empezó bien el encuentro. Salió a por la gloria desde el primer minuto. Y no tardó en hacer daño. En el minuto 3, Patri, tras un rechace, obligó a Stambaugh a empezar su recital. Porque la portera japonesa fue, sin duda, la mejor de la primera mitad. Miyagawa fue la primera en probar a Coll a los 8 minutos y Ueki se fue de Alexandri con calidad, pero mandó el balón fuera. España intentaba hacerse con el balón, pero Japón también quería el esférico. Una lucha que ganaba España. Al cuarto de hora de nuevo Patri remató, esta vez un córner, pero el balón se fue fuera. Y poco después fue Maite Oroz la que lo intentó con un gran tiro desde la frontal que sacó la meta nipona con una impresionante estirada. España hacía daño por la derecha con una gran Eva Navarro, que no paró de buscar el uno contra uno y ganarlo. Así llegó otras gran ocasión para Patri, pero de nuevo Stambaugh evitó el primero de La Rojita. Y, cuando mejor estaba España, Miyazawa se sacó un tremendo disparo desde la frontal que superó a Coll y puso por delante a Japón. Era la primera vez en todo el Mundial que La Rojita estaba por debajo en el marcador. Respondieron rápido las de Pedro López con un tiro de Eva que, otra vez, sacó la portera japonesa. 

España salió en la segunda parte dispuesta a hacer su juego. La épica siempre ha gustado a este equipo y se fue a por el partido. Se hizo con el balón, pero Japón estaba cómoda, con las líneas juntas y sin sufrir. De hecho, consiguió dormir el partido y bajarle revoluciones. Ueki lo intentó desde lejos, pero esta vez Coll evitó el tanto. Y, en el 56', Ueki ganó el balón y se la dejó de espaldas a Takarada que, delante de Cata Coll, hizo el segundo. El partido se ponía muy cuesta arriba. España no encontraba su juego. Los minutos iban pasando sin que La Rojita pudiera ni siquiera probar a Stambaugh, mientras Japón en cada llegada daba sensación de poder hacer el tercero. Y llegó. Otro golazo. Nagano le pegó a voz de pronto y la metió por la escuadra. España estaba hundida. Aunque Candela, tras un centro de Lucía, acercó a España en el marcador. Pedro López, entonces, decidió ir a por todas. Metió a Paula por Lucía y dejó defensa de tres. No había nada que perder. La Rojita se fue a por la épica y Pina se estrelló en la madera. Ni la épica. El sueño se esfumaba.

La amarga plata hoy no es un premio. Pero con el tiempo y la distancia esta generación valorará lo que han conseguido. Japón volvió a ser el verdugo, pero el fútbol femenino español ha dado un paso de gigante. Y estas chicas ya son leyenda...